La gobernación de Cundinamarca le dio luz verde al Plan Departamental de Prevención del Reclutamiento de menores, luego de varias mesas de trabajo.
Este plan se adopta frente a la eventualidad del surgimiento de grupos armados y organizaciones delictivas en Cundinamarca.
Como resultado de diversas mesas de trabajo interinstitucional, el gobierno activó el Plan Departamental de Prevención del Reclutamiento, Uso, Utilización y Violencia Sexual contra Niños, Niñas y Adolescentes (NNA).
Esta estrategia responde a lo establecido por el Decreto 092 de 2023, que dio origen al Equipo Departamental de Acción Inmediata (EDAI) y aprobó la Ruta EDAI.
Esta última brinda una guía clara sobre quiénes deben intervenir y cómo deben actuar ante el riesgo de reclutamiento, uso, utilización y violencia sexual contra los NNA.
Prevención del reclutamiento de menores en Cundinamarca
El proceso de protección de los menores cundinamarqueses, está liderado por la Secretaría de Gobierno y la Dirección de Convivencia, Justicia y Derechos Humanos.
Además, participaron diversas entidades, como las Secretarías de Salud, Educación, Desarrollo Social, el Instituto Departamental de Cultura y Turismo (Idecut), y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Igualmente, están la Policía, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), y el Instituto Departamental de Acción Comunal (Idaco)..
Como invitados especiales, se encuentran la Consejería Presidencial para los Derechos Humanos, la Procuraduría y la Cruz Roja.
En la última mesa de trabajo interinstitucional, uno de los compromisos más destacados fue la socialización de la ruta y el plan de prevención en las 15 provincias.
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De esta forma los 116 municipios del departamento conocerán cómo actuar y proteger a los menores y sus familias ante cualquier riesgo.
"En Cundinamarca, Guaduas, Soacha, Medina, Paratebueno y Cáqueza son los municipios que requieren prioridad de atención y socialización debido a las alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo". Así lo señaló Alexandra Rubio, líder de procesos de la Secretaría de Gobierno.
Cabe destacar que, según un análisis de la Mesa Departamental de Reincorporados firmantes del Acuerdo de Paz, en Cundinamarca no se ha registrado el reclutamiento de menores.
El equipo EDAI ha delineado seis estrategias para reducir y, en lo posible, eliminar cualquier amenaza contra los NNA del departamento.
Estas incluyen el fortalecimiento institucional mediante capacitaciones de funcionarios, el establecimiento de una caja de herramientas, y la creación de la ruta municipal.
Además, el cumplimiento del Decreto 092 del 24 de marzo de 2023 y la realización de cuatro sesiones anuales de seguimiento de la implementación del plan.
Una vigencia de los próximos cuatro años
El nuevo Plan tendrá una vigencia de los próximos cuatro años y servirá como guía para los gobiernos municipales entrantes.
Cabe resaltar que el reclutamiento de menores es una práctica alarmante que plantea serias preocupaciones en términos de derechos humanos y ética.
Los menores, por su naturaleza vulnerable y en desarrollo, merecen protección especial para garantizar su bienestar y su futuro.
Sin embargo, en diversas partes del mundo, grupos armados, milicias y fuerzas militares reclutan a niños y adolescentes, exponiéndolos a experiencias traumáticas y violando sus derechos fundamentales.
El reclutamiento de menores a menudo se lleva a cabo en entornos afectados por conflictos armados.
La desesperación y la falta de oportunidades pueden hacer que los jóvenes sean más susceptibles a la manipulación.
Se les ofrece la promesa de estabilidad económica, pertenencia a una comunidad o incluso la satisfacción de necesidades básicas, atrayéndolos a una realidad que dista mucho de sus expectativas.
Este fenómeno no solo afecta a niños en regiones en conflicto, sino que también se observa en contextos menos evidentes.
Grupos extremistas y organizaciones delictivas a menudo buscan reclutas jóvenes para sus causas, explotando su ingenuidad y vulnerabilidad.
Las consecuencias del reclutamiento de menores son profundas y duraderas. Estos niños enfrentan riesgos significativos para su salud física y mental, así como interrupciones en su educación y desarrollo normal.
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Además, el uso de menores en conflictos armados contribuye a la perpetuación de ciclos de violencia y a la creación de generaciones afectadas por el trauma.
Abordar este problema requiere esfuerzos internacionales coordinados, incluida la implementación y el refuerzo de leyes y tratados que prohíben el reclutamiento de menores.
Además, es crucial abordar las causas subyacentes, como la pobreza y la falta de acceso a la educación, para prevenir que los niños sean reclutados en primer lugar.
