Suscribirse
Logo noticias dia a dia
×
logoFB logoTT logoIG logoTW logoLI logoYT

Procuraduría: Animales de compañía deben ser incluidos en lista de bienes inembargables

por: Nicolas Hurtado

procuraduria-derechos-animales-compania

La Procuraduría General de la Nación ha iniciado una solicitud ante la Corte Constitucional para modificar la percepción legal de las mascotas en situaciones financieras complejas. Se propone que estos seres, considerados miembros de numerosas familias colombianas, sean reconocidos como bienes inembargables bajo la ley.

Procuraduría reconoce los derechos de los animales de compañía

Margarita Cabello Blanco, actual Procuradora General, ha instado a la Corte a adoptar una interpretación condicionada del artículo 594 de la Ley 1564 de 2012.

Este cambio buscaría proteger los vínculos afectivos entre personas y sus mascotas, evitando que estas últimas puedan ser objeto de embargo como solución a deudas crediticias, reconociendo de esta manera su valor intrínseco más allá de lo material.

La solicitud subraya una preocupación creciente sobre las repercusiones psicológicas y emocionales que puede tener para los individuos la pérdida de sus animales de compañía debido a obligaciones financieras.

Esta propuesta viene a desafiar la tradicional visión legal de las mascotas como bienes muebles, reconociéndolas como seres sintientes capaces de formar lazos afectivos significativos con los humanos.

Procuradora Margarita Cabello
Procuradora Margarita Cabello

Subrayando la importancia de esta relación, la Procuraduría ha hecho alusión a la jurisprudencia existente, que evidencia cómo el vínculo entre humanos y animales de compañía contribuye al libre desarrollo de la personalidad y a la intimidad personal, pilares fundamentales protegidos por la Constitución Colombiana.

La propuesta de la Procuraduría representa un paso crucial hacia el reconocimiento y protección de los derechos emocionales y afectivos de las personas, así como de los seres vivos con los que comparten su vida.

Esta iniciativa abre un debate sobre cómo las leyes pueden y deben evolucionar para reflejar los valores de una sociedad que reconoce la importancia de las relaciones interspecies y el bienestar emocional de todos los seres vivos.