El país no puede caer en la trampa de la polarización política. Ya comenzó la distracción. Los artistas de los enfrentamientos “unos son malos y los otros peores, pero no sirven para nada”
Opinión
Por: Bernabé Gámez Hernández
Todavía se aferran a sus conceptos y estilos equivocados en un contexto trágico por la presencia de la pandemia, que todavía no sacude los sentimientos de quienes ejercen las prácticas políticas con la mancha inequívoca de los vicios, la politiquería y la corrupción que por estos tiempos se ha convertido en un factor determinante en la vida nacional.
Este escenario no es el adecuado para iniciar procesos políticos con las mismas mañas y los mismos vicios del pasado.
Se está ad portas de una renovación de las cámaras legislativas, con una imagen negativa del 80% de la opinión del país y con la posibilidad de cambiarlos a todos en las elecciones venideras.
Un curtido dirigente antioqueño siendo un reconocido congresista, en su momento promulgó esta frase ante una multitud: “o cambiamos o nos cambian”; muy sabia la expresión y hoy tiene plena vigencia ante los colombianos.
Este Congreso se debe cambiar integralmente y no dejar rastros de sus funestos antecedentes.
Sistemáticamente no puede haber dogmas para aferrarse a sus curules en el Congreso. Qué bueno sería el hasta luego de Petro, Cepeda, Robledo, Sandino; Uribe, Paloma, Obdulio, Holguín; ellos promueven el “Rifi-Rafe”, es decir los grandes escándalos políticos en busca de opinión.
Hace un par de años polarizaron el país entre la izquierda y la derecha; Petro por un lado y Duque por el otro. Esta situación no se puede repetir porque fácilmente se llegaría a un enfrentamiento entre seguidores de los bandos antagónicos.
Hay muy buenas opciones
En las diversas ramas del poder público existe una serie de jóvenes profesionales con voluntad de servirle al país, y en este momento se encuentra una tribuna que puede enriquecer las esperanzas de una generación que estaba esperando para actuar.
Es el momento para penetrar las estructuras de un organismo encargado de producir reformas y contrarreformas, pero las leyes apuntan al beneficio directo de la sociedad golpeada por los sistemas de salud, educación, la falta de empleo y oportunidades.
Ese es el objetivo fundamental de la esencia de este cuerpo legislativo.
El concepto generalizado indica que ya el país se está preparando para dar el golpe certero en las próximas elecciones y producir la reorientación de quienes van a representar a las regiones en el Congreso nacional. La voluntad del pueblo es “ahora o nunca”
Y los planes de desarrollo
En Colombia existen treinta y dos gobernaciones y unos mil cien municipios, es decir igual número de planes de desarrollo departamentales y municipales.
Aquí está la vida presente y futura de los pueblos. Algunos tienen proyecciones macro y otros se ajustan a sus precarios recursos presupuestales.
Todos los gobernantes regionales colocan su esfuerzo en estos programas que buscan mejorar la calidad de vida de las familias más vulnerables y atacar los cinturones de la extrema pobreza.
Cundinamarca es un departamento de vocación agrícola y algunas regiones como la del Sumapaz son consideradas como las grandes despensas de alimentos para el centro del país.
El turismo también tiene una serie de atractivos por la variedad de climas; por ejemplo, Villeta, Utica, La Vega, Sasaima, Guaduas, Tocaima, La Mesa, El Colegio, Anapoima, Fusagasugá y Girardot, se consideran lugares de gran interés turístico en las temporadas de mitad y fin de año.
Los proyectos de alto vuelo ya están rodando y en pocos meses se espera que el gobierno de Nicolás García defina su ejecución que incuestionablemente convertirá a Cundinamarca en el primer departamento del país.
Duque a replantear su gobierno
Ahora veamos, el presidente Duque está enfrentado con la alcaldesa Claudia López, porque observaron personas con los tapa bocas en la frente, otros colgados como un corbatín y los motores de los ventiladores se fundieron antes de ser instalados en la unidades asistenciales.
La furia de este virus está llevando a los gobernantes a improvisar algunas determinaciones para enfrentar este problema de la salud, pero el Jefe de Estado se debe apartar de tales enfrentamientos, porque la oposición de izquierda busca opinión para engañar a sectores sociales haciéndoles creer que ellos son los dueños de la verdad.
Duque en el periodo post-pandemia está obligado a reordenar todos los esquemas del gobierno y a encausar sus acciones prioritariamente en la salud pública, la educación oficial y la generación de empleo que alcanza niveles alarmantes; más de cinco millones de personas perdieron sus trabajos en esta emergencia de la salud en Colombia.
El Jefe del Estado no puede alimentar la polarización con Petro y sus amigos, porque el país no resistiría encontrarse de nuevo con unos episodios lamentables que hace algunos meses lastimaron la estabilidad de las familias colombianas.
Habrá que hacerles un seguimiento a los gobernadores y alcaldes en la ejecución de sus planes, porque los temibles contratistas están preparados para acabar con los recursos que llevan destino a la inversión social.
La gran propuesta: un cerco nacional contra los corruptos que esperan el transcurrir de muy pocos días para asestarle un golpe a la plata de los que nada tienen. Ya está por salir a la luz pública la contratación de las obras por parte de los gobernantes regionales en todo el territorio nacional.
“La responsabilidad es de todos los colombianos, actuemos ahora, mañana será tarde”
*Imagen (Banegas) tomada de https://bayanodigital.com/
