Por: Alejandro
La metformina es una droga antigua, utilizada frecuentemente en personas diabéticas. Por las propiedades que tiene de cambiar el metabolismo celular, investigadores la han propuesto como un medicamento anticancerígeno.
Aporte informativo FCV
Si bien se han encontrado efectos protectores del fármaco en el crecimiento y la migración de las células relacionadas con el cáncer de mama, nuevos estudios realizados por científicos del Medical College of Wisconsin, la Aix-Marseille Université y la FCV, comprueban su eficacia −mediante la modificación de su estructura− como alternativa de tratamiento para tumores malignos desarrollados en el páncreas.
El estudio fue publicado recientemente por la revista Cancer Research, y busca reducir la incidencia que tiene la enfermedad en Colombia y en el mundo.
Conclusiones de médicos científicos sugieren que existe una forma de modificar y reutilizar la metformina, medicamento que regularmente se prescribe para tratar y prevenir la diabetes tipo 2, particularmente en pacientes con sobrepeso, que tienen resistencia a la insulina −hormona producida por el páncreas, que se encarga de regular la cantidad de glucosa de la sangre−.
Según estudios obtenidos tras una serie de pruebas realizadas en el laboratorio del Medical College of Wisconsin (MCW), el fármaco sería modificado para liberar su potencial como terapia futura para el cáncer de páncreas.
Si bien la metformina ha sido utilizada para controlar la cantidad de azúcar en la sangre, pues disminuye la glucosa absorbida de los alimentos, su capacidad disminuiría la proliferación y el crecimiento de las células cancerosas.
De acuerdo con el doctor Marcos López, director de Biotecnología y del Grupo de Investigación Biomédica Traslacional de la FCV, Fundación Cardiovascular de Colombia, “desde hace muchos años venimos trabajando, con científicos de MCW y la Aix-Marseille Université, en compuestos dirigidos a la mitocondria”; así surge la idea de crear una metformina orientada a este orgánulo, y encontrar su síntesis orgánica:
“Lo que hicimos fue modificar la estructura del medicamento para potenciar la función que venía haciendo; luego iniciamos con las pruebas”.
El doctor López señala que el análisis fue aplicado en ratones, a quienes les inyectaron células de cáncer pancreático, que a su vez facilitaron el crecimiento del tumor.
Asimismo introdujeron en los roedores, un antibiótico denominado estreptozocina, el cual afecta las células beta productoras de insulina del páncreas, creando un proceso pseudo diabético en el animal. De esta manera, descubrieron que con la alteración del fármaco podían conseguir los mismos resultados que los obtenidos con su droga pariente.
Los atributos de la ‘nueva’ droga La metformina, al ser convertida en mitometformina, empieza a tener entonces diversas propiedades: Primero, la concentración que necesita para atacar el cáncer es exactamente mil veces menor: El medicamento original, que irriga toda la célula, emplea uno o dos gramos diarios para generar su efecto terapéutico en diabéticos.
La mitometformina, por su parte, entra en el organismo y va directo hacia la mitocondria utilizando cantidades medidas en miligramos. “Por tanto, puedo aumentar la capacidad de una droga de la que antes necesitaba una mayor proporción, a través de su transformación”, asegura el investigador.
En el modelo de diabetes, expone el médico López Casillas, uno de los problemas más frecuentes de la metformina es que causa acidez en las personas que lo toman. “Como ahora estamos haciendo un proceso redirigido, ya no tenemos que suministrarle a los pacientes tanta dosis del medicamento; nosotros logramos ver que tenemos el mismo efecto anti−diabético, pero sin acidosis”.
Ahora bien, dado a que la estructura del fármaco cambió, éste prefiere acumularse en las células de cáncer que en las normales. “Con la mitometformina −como sabemos que ataca a la mitocondria−, lo que hacemos es crear una disrupción para que la célula muera y no se prolifere”.
El estudio, que cuenta ya con una patente internacional, espera seguir con la fase de estudio clínico para probar su viabilidad en seres humanos. Por el momento, los resultados han sido divulgados en la edición de agosto de 2016 de Cancer Research, reconocida revista que trata temas de investigación traslacional sobre cáncer.
“El proceso de revisión para lograr este tipo de publicación es sumamente riguroso, por tanto tuvimos que hacer algunos experimentos adicionales; entendemos que eso le da una gran importancia al estudio, ya que los mejores revisores en el mundo le dijeron que sí a la droga”.
Un cáncer letal De acuerdo con una reseña del National Cancer Institute (NCI), el cáncer de páncreas es el más mortífero de todos. El éxito en la mejora de los resultados de los pacientes con la enfermedad oncológica, requiere una comprensión de la biología del tumor agresivo, detección temprana e identificación de nuevos objetivos terapéuticos efectivos.
Por tal razón, “el tener una alternativa de tratamiento muy eficaz, que logre reducir los tamaños de tumores para combinarlos con cirugía, sin afectar las células normales, es una necesidad imperante”, ratifica el médico.
Para este año, cálculos de la Sociedad Americana Contra El Cáncer en Estados Unidos reportan que aproximadamente 53.670 personas (27.970 hombres y 25.700 mujeres) serán diagnosticadas con cáncer de páncreas.
De igual manera, 43.090 (22.300 hombres y 20.790 mujeres) morirán por la misma causa: “Para tratar la enfermedad, sólo existe un medicamento y no funciona muy bien, así que vamos a tener una buena oportunidad terapéutica con estos resultados”, afirma el doctor López.
Aunque Colombia cuenta con servicios, medicamentos y equipos para tratar el cáncer que están incluidos dentro del Plan Obligatorio de Salud (POS), existen ciertas limitaciones que el sistema impone a quienes sufren enfermedades de alto costo.
Aún así, si se aprobara la utilización del medicamento, “ciertamente se convertiría en una de las primeras líneas de tratamiento”. Cabe resaltar que “el costo de la droga es muy bajo, ya que al necesitar metformina para sintetizar la otra y lograr la misma eficacia, precisamos mil veces menos representación, lo cual se constituye en un beneficio clave”, agrega.
El siguiente paso Luego de que se lleve a cabo el estudio clínico respectivo –investigación en la cual los pacientes son voluntarios para recibir tratamiento y son observados por sus efectos–, el científico indica que la probabilidad de tener aprobación más rápido frente a una droga completamente nueva es mayor, puesto que en este caso, se le está dando un re−propósito a un medicamento que ya existía.
Vale la pena mencionar que, de acuerdo con el NCI, hoy en día la gente vive más tiempo por los tratamientos de cáncer que tienen éxito y que son el resultado de estudios clínicos realizados en el pasado.
A través de éstos, los doctores pueden determinar si los procedimientos nuevos son seguros, efectivos y si funcionan mejor que los actuales. Además, permiten encontrar formas nuevas de prevenir y detectar el cáncer, ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas durante y después de la enfermedad.
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