[audio wav="https://www.noticiasdiaadia.app/wp-content/uploads/2021/02/malos.wav"][/audio]
En Colombia el asesinato de líderes sociales se ha convertido en un paisaje triste que cada día, de manera peligrosa y preocupante, se torna en un trabajo de “limpieza” de “chicos malos” que llevan al país, a la juventud y a las nuevas generaciones, por el camino que conduce al infierno.
Opinión
Por: Juan Carlos Calderón España
Lo anterior, parece sacado de los peores registros de la esa sí, endiablada inquisición, que para nuestro caso persigue y aniquila de manera sistemática a quienes están inmersos con la despectiva etiqueta (en que ha convertido la nación) el tema del asesinato sistemático, calculado y constante de los líderes sociales en todo el territorio nacional.
Tengo la sensación que este aniquilamiento de líderes y lideresas, en su mayoría jóvenes, se ha quedado en la preocupación de no pocas personas con poder en el país y aún en el exterior y todo ello resulta, de cara a la justicia en Colombia, en “exhaustivas investigaciones” y en la conformación de equipos élites de investigadores para dar con el paradero de los autores materiales e intelectuales de los crímenes…
Considero que las cosas hay que hablarlas y tratar de solucionarlas de acuerdo con el talante que tienen. Para nadie es un secreto que en Colombia hay un aparato criminal armado en donde delincuentes comunes, se unen a sectores de la fuerza pública, a mafiosos, narcotraficantes, y hasta políticos para sacar del camino esa clase de “intrusos” en que se han convertido los líderes sociales, todos graduados de guerrilleros y enemigos de la patria.
Señores Estado el asunto no es así. Esas lamentables muertes no se pueden quedar en el discurso, de que eso es normal después de una desmovilización (en esta ocasión de las FARC).
Esa es la salida más fácil. Es deber del presidente de la república, de los ministros del interior y de justicia, de la Fiscalía y de otras altas esferas del poder de la nación, que se metan de fondo a tratar de ponerle coto a tanto crimen y no dejar sólo en cabeza de los comandantes de Policía para que le pongan la cara a la ciudadanía, siempre con el mismo discurso… a esta hora se adelanta un intenso operativo…
Ahora bien, es necesario que de manera real y honesta, las mismas organizaciones que lideran y de la cual hacen parte la mayoría de las víctimas coadyuven para desenmascarar a quienes, no son ni han sido, líderes sociales y perecen en circunstancias similares al modus operandi de los sicarios, para tratar de que no le metan “gato por liebre” al país, haciendo pasar a las víctimas como otros asesinatos de líderes sociales y menos aparecer como si le estuviera haciendo sombra a delincuentes armados ilegales, que se quieren esconder detrás de la figura de los verdaderos líderes comunales, veredales, regionales, sindicales y políticos etc.
Y lo más grave es que mientras las organizaciones sociales llevan un registro del número de víctimas por vigencia, el Estado lleva sus propias sumas, cifras que no coinciden.
Los grandes interrogantes que arroja el fenómeno son: ¿De quién es el descuadre? ¿Quién o quiénes están asesinado a los líderes sociales? ¿Es un plan orquestado o son crímenes aislados? ¿A quién o a quienes les interesa este río de sangre?... señores y señoras… muchas dudas por resolver.
De interés: Adulto Mayor: Cundinamarca aplicó vacuna SinoVac contra el Covid-19 a 4.063 abuelitos
¡Ciudado! Ofertas falsas de vacunas contra el Coronavirus en Bogotá y Cundinamarca
Acribillado a tiros en el barrio Cazuca de Soacha, Cundinamarca
Nuevas capturas por microtráfico en Fusagasugá, Cundinamarca
