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Elecciones Colombia 2022: Los colombianos quieren un cambio

por: Sala de Redacción

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#OPINIÓN. Si de análisis electoral se trata, hay que partir de un elemento con el cual se especula en esta primera vuelta. Quedó demostrado que los colombianos quieren un cambio, y el cambio se dio.

Opinión

Por: Luis Fernando García Mahecha

Se dio el cambio en la en la medida que tanto los electores por Hernández y los electores por Petro no quieren más continuismo ni corrupción en ninguna de las actividades del gobierno.

Pero qué pobreza y desgracia que en un extremo aparecen los del continuismo y la corrupción haciendo  adherencias para fortalecer a un candidato.  Un candidato que tiene la convicción errada de que para gobernar a este país  solo se requieren ideales fútiles y discursos vanos y alejados del contexto local regional y global.

Por eso el uribismo no dudó en hacer su pronunciamiento de adhesión, pues Hernández es quizá un títere más fácil de manejar a su antojo y seguir manteniendo la hegemonía. Una hegemonía que ha logrado mantener estratégicamente en los últimos 20 años de la historia de este país.

Siguiendo el juego

Por su parte, Petro no ha logrado desprenderse de un discurso extremadamente radical generando el argumento para sus opositores. Éstos, sin dudar, lo presentan como un candidato peligro para esta pseudo democracia, tendiendo la posibilidad de edificar sin siquiera tocar las condiciones de un régimen.

Un régimen que históricamente se cae por pura inercia de lo cual, reiteró, quedó demostrado. Ésta nación tiene claramente su viacrusis. Un viacrucis   en más de doscientos años de  violencia, corrupción y hegemonía en la que unos pocos hacen y deshacen de este país. Que actúan con el apoyo de interés internacionales estratégicos. Grupos que lo único que buscan es mantener unas condiciones de dominación en todos los campos ante la innegable ubicación estratégica y económica de nuestro territorio.

De esta manera seguimos un juego idiota creyendo que somos dueños de una democracia sólida, sumiéndonos cada día en nuestra propia desgracia.

Las consecuencias

Entonces, resulta no solo triste sino lánguida la experiencia de estas elecciones pues la verdad no estamos cambiando nada. Los radicalismos y la ignorancia vendan nuestros ojos. La conciencia ciudadana, que finalmente resulta manipulada por los Medios de información.

Esos medios de comunicación propiedad de los pocos dueños de este país que como sanguijuela desangran y castran las oportunidades de las generaciones emergentes de esto territorios. Así, nos queda ese guijarro en la garganta del que hablaba zalamera, en el sueño de las escalinatas, que no nos deja pasar ese trago amargo, que tendremos que seguir soportando.

*Imagen tomada de CNN