A muchos les da mamera esta semana. Empezar el año, volver al trabajo, después de pasar tanto tiempo de vacaciones.
Muchos se dijeron “quisiera quedarme acá”, en esa piscina con esa cerveza en la mano, y no tener que volver a “la cruda realidad”.
Y no los culpo, qué buen plan.
Pero, seamos sinceros, estar todo el día frente a una piscina sin hacer nada también es tedioso. Yo creo que dos días después de hacer lo mismo estaría aburrido y pensando en qué coños me invento para desaburrirme.
Leer un libro, escribirlo, salir con amigos, y qué sé sho 🤌🏼
Por eso es que para algunos de nosotros esa realidad no es tan cruda. Es más bien sancochadita.
Esa realidad es buena, nos gusta trabajar, inventarnos cosas, innovar, ensayar, aprender… en fin.
Y es que parece que nada nos tiene contentos.
Algunos de ustedes tienen empleo (porque trabajo tenemos todos), otros quisieran tenerlo y sufren por ello.
Y los que tienen empleo quisieran ser independientes. Y los independientes (los que están empezando) quisieran tener una entrada fija.
Ojo, esta no es una de esas publicaciones llenas positividad tóxica, de esas de “disfruta tu trabajo porque hay muchos niños muriendo de hambre en el África”.
Nombe. Sé que algunos la tienen complicada y que están lejos de una situación ideal.
Pero, tampoco nos hagamos los pendejos, muchas veces nos quedamos sentaditos esperando a que nos llegue esa oportunidad.
PUES NO, CARAJO. ¡NO!
Dicen que la buena suerte existe, pero tiene que agarrarte preparado. Al menos para darte cuenta que es una buena oportunidad.
Mirando al techo y lamentándote no vas a lograr nada.
Estos son los pasos que puedes hacer para motivarte:
- Arma un plan.
Punto.
Muchos se sienten cómodos como empleados, precisamente porque les evita la pereza de pensar qué hacer. Prefieren tener un jefe que les esté diciendo “¡RAMIREZ! Para el lunes haga este informe”
No les estoy escribiendo a los Ramírez del mundo.
Este Marmograma es para los no-ramirez, a los que les gusta tomar el toro por los cuernos y hacer las cosas. No esperar a que mágicamente pase algo bueno.
Esta mañana cuando empecé a trabajar, me sentía desubicado, como cualquier 7 de enero.
Así que me senté e hice un listado de mis objetivos para el año, luego mis 3 objetivos para la semana.
No más de 3, porque si no pierdo el foco y no hago nada.
Tres.
Eso no quiere decir que no pueda hacer otras cosas, pero mis energías están enfocadas en esos tres objetivos.
Cuando terminé la lista me sentí motivado y me empecé a imaginar lo que debía hacer para cumplir esos 3 objetivos, así que lo escribí en una lista.
¿Sabes cómo se llama eso? Armar un plan. Sí señor, cómo no.
No es tan jodido.
A un Ramírez le dicen “arma un plan” y ya le dio pereza solo con imaginarse “tooodo lo que tenía que hacer”.
Si eres así, deja de leer. No pierdas tu tiempo.
Si no, coge un berraco papel, un lápiz o lo que sea que uses para escribir ¡Y ESCRIBE!
Anota esas 3 cosas que quieres hacer esta semana. Y más que eso, empieza a hacerlas.
Y también anota tus grandes objetivos del año.
Quizás ya lo hiciste, el 31 atragantándote con uvas.
Pro-tip: Si se te dificulta pensar en objetivos, armar planes y todas esas cosas, creé un asistente de Marca Personal con inteligencia artificial. Le puedes preguntar LO-QUE-QUIERAS y él te ayuda.
Si entre tus objetivos está trabajar en ti, aprender, mejorar tu perfil profesional, laboral o económico, escríbeme.
Quizás no sepas, a eso me dedico yo: A ayudar a las personas a generar nuevas fuentes de ingresos. A conseguir un mejor trabajo, o el ascenso que te mereces.
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Si:
+ Eres estás emprendiendo y no sabes cómo aumentar tus ventas
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No hay excusas.
Ahora sí, Shaolín.
Feliz 2025.
