*Motín en Estación de Policía en Funza, Cundinamarca, deja un saldo de cinco víctimas fatales. Otros siete retenidos se encuentran bajo atención médica. Autoridades investigan detalles del incendio desatado la noche de este martes (16 de septiembre 2025)
El balance trágico fue entregado por el gobernador Jorge Rey, en pronunciamiento conocido las últimas horas a propósito de la revuelta ocurrida dentro de las celdas del cuerpo uniformado en esa población.
Dentro de las indicaciones del mandatario seccional se destaca una solicitud a la Fiscalía General; le pide que investigue con celeridad todo lo ocurrido para llegar al fondo de los motivos y responsables de la trágica jornada.
Todo indica que el fuego responde a la quema intencional de colchones y otros elementos dentro de los calabozos en los cuales, por diversas razones, permanecían encerrados 12 hombres.
Motín en celda de Estación de Policía en Funza

El hecho ocurrió en la noche del martes 16, cuando un grupo de detenidos habría iniciado un incendio al interior de los calabozos, presuntamente como parte de una protesta por sus condiciones de reclusión.
El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey Ángel, confirmó la magnitud de la tragedia. “De las doce personas afectadas por el incendio en la Estación de Policía de Funza, lamentablemente cinco fallecieron (…) las siete restantes permanecen bajo observación médica. Hemos solicitado a la Fiscalía General de la Nación que adelante con celeridad las investigaciones para esclarecer las causas y responsables de este lamentable hecho”.
De acuerdo con los primeros reportes del Cuerpo Oficial de Bomberos de Cundinamarca, la emergencia comenzó hacia las 9:30 de la noche. A esa hora, según parece, un grupo de internos de una de las celdas prendieron fuego colchones y otros elementos dentro del espacio reducido en el que permanecían recluidos.
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El capitán Álvaro Farfán, coordinador departamental de Bomberos, explicó que la situación se habría originado en medio de un amotinamiento de los privados de la libertad. Las llamas y el humo obligaron a evacuar a los detenidos, quienes fueron valorados de manera inmediata por los organismos de socorro.
Aunque no se conocen reportes oficiales que confirmes las causas de los decesos, todo indica que las muertes y complicaciones médicas derivaron de asfixia y afectaciones respiratorias por inhalación de humo.
Los primeros en reaccionar fueron los Bomberos de Funza, quienes controlaron las llamas y coordinaron la evacuación. Tres de los internos lograron salir por sus propios medios y fueron trasladados rápidamente a centros médicos cercanos.
Con el paso de las horas, el número de afectados aumentó. Cuatro de ellos presentaron complicaciones severas y perdieron la vida pese a la atención hospitalaria. Un quinto falleció en la madrugada.
A primera hora de este miércoles, los siete sobrevivientes permanecían Bajo observación médica en diferentes hospitales de la Sabana de Occidente. Los equipos médicos monitorean su evolución debido a la gravedad de las lesiones respiratorias.
Reacción de las autoridades

El gobernador Jorge Rey sostuvo que la instrucción inmediata a la Policía Metropolitana de la Sabana fue garantizar la seguridad de los internos y brindar apoyo a las familias de las víctimas. También reiteró sobre la necesidad de esclarecer las condiciones en que se produjo el incendio:
“Se trata de un hecho doloroso que nos obliga a revisar con urgencia las condiciones de reclusión en las estaciones de policía del departamento. No podemos permitir que este tipo de tragedias se repitan”.
De igual manera, la Fiscalía General de la Nación abrió una investigación formal para establecer si existieron fallas en los protocolos de seguridad, negligencia por parte de los responsables de custodia o si se trató de un motín premeditado.
Otros casos en Cundinamarca y Bogotá
Este caso revive la memoria de hechos similares ocurridos en el país, que han dejado saldos igualmente trágicos. Hace tres años, en Soacha, un incendio en la Estación de Policía San Mateo dejó varios heridos tras una riña entre detenidos. Aunque la magnitud fue menor, ya se había advertido sobre el riesgo de hacinamiento en las celdas.

Un año después, en Facatativá, un intento de fuga en la Estación Central terminó en disturbios. Se trató de un incendio menor que no dejó víctimas fatales pero puso en evidencia las malas condiciones de ventilación y seguridad.
Otro caso parecido ocurrió en Bogotá en el 2020. Sucedió en la Estación de Policía de San Mateo y posteriormente en la URI de Puente Aranda, donde un incendio provocado por los detenidos dejó al menos 23 muertos y más de 80 heridos. Este hecho se convirtió en un referente nacional sobre la necesidad urgente de replantear la función de las estaciones de policía como centros de reclusión transitoria.
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Según cifras de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio de Justicia, Colombia registra un hacinamiento carcelario superior al 120% en varios de sus centros penitenciarios. Como consecuencia, miles de detenidos permanecen por semanas o incluso meses en estaciones de policía y Unidades de Reacción Inmediata (URI), espacios que no fueron diseñados para largas estadías.
En Cundinamarca, los reportes indican que el hacinamiento en estaciones de municipios como Soacha, Facatativá, Madrid y Funza supera el 300% de su capacidad. La falta de ventilación, de infraestructura sanitaria y de protocolos de emergencia convierte cualquier incidente en una tragedia potencial.
Organizaciones de derechos humanos han advertido que estas condiciones pueden considerarse un trato cruel e inhumano, y han pedido en repetidas ocasiones una política de “deshacinamiento” estructural.
Pronunciamientos de los organismos de control
La Personería de Funza pidió que se active una ruta de acompañamiento a las familias de las víctimas y que se garantice el respeto a los derechos de los sobrevivientes.
Es probable que, en este caso, igual a lo sucedido en anteriores ocasiones, la Procuraduría General de la Nación emprenda investigación disciplinaria. Todo con el propósito de determinar si hubo omisión en los protocolos de custodia y si la Policía cumplió con las normas básicas de prevención de emergencias.