La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha sometido al escrutinio público un capítulo más de la historia colombiana con la inclusión de Salvatore Mancuso, exjefe paramilitar, en las investigaciones de la justicia transicional. En una revelación que entrelaza el antiguo paramilitarismo con el aparato de seguridad del Estado, Mancuso ha implicado a figuras estatales en la tristemente célebre masacre de El Aro en 1997.
Los testimonios de Mancuso, recogidos en audiencia reservada, desentrañan acuerdos no explicitados entre paramilitares y altos mandos militares, además de señalamientos directos al expresidente Álvaro Uribe Vélez. Uribe, quien fue gobernador de Antioquia en la época de los hechos, está siendo investigado por su presunta relación con la masacre, que resultó en la condena de Colombia por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Mancuso destapó conexiones entre miembros importantes del Ejército y la masacre de El Aro, afirmando la cooperación con generales de alto rango en Antioquia, entre ellos Alfonso Manosalva e Iván Ramírez Quintero. El exlíder paramilitar sostuvo que Ramírez le encomendó la coordinación de la operación por petición de Pedro Juan Moreno, secretario de Gobierno durante la administración de Uribe Vélez.
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El señalamiento más contundente contra Uribe viene de esa relación con Moreno, quien, según Mancuso, fungió como intermediario, expresando que Uribe "siempre tuvo conocimiento de la operación del Aro". La JEP considera que estas declaraciones indican un pleno conocimiento de Uribe sobre las operaciones realizadas.
Dentro de la matriz de colaboración de Mancuso, también se expresa una presunta motivación para la operación en El Aro: la creencia de que el corregimiento era utilizado por la guerrilla como centro de detención ilegal. Basado en información de inteligencia compartida con Manosalva, se diseñó la operación que resultó en una de las acciones más brutales de la época, señalando Mancuso la coordinación y entrega de órdenes y detalles para llevarla a cabo.
En respuesta a las acusaciones, la oficina de prensa de Álvaro Uribe indicó que el expresidente, por el momento, no responderá a las cuestiones de la prensa. Uribe, por su parte, ha manifestado a través de Twitter su rechazo a las aseveraciones de Mancuso, retando la validez de las pruebas y negando cualquier encuentro o conversación con él.
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