El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, hizo un enérgico llamado de atención al Gobierno Nacional y a la Concesión Coviandina tras los nuevos aplazamientos en la reapertura de la Vía al Llano. El 13 de septiembre de 2025, el mandatario advirtió que la situación sigue provocando pérdidas económicas y riesgos para la competitividad del país. Coviandina informó que la variante habilitada junto al derrumbe solo permitiría el paso de vehículos de carga el 15 y 16 de septiembre, con un piloto para todo tipo de vehículos programado para el 17 de septiembre.
Solución temporal insuficiente y riesgo latente
El gobernador Rey insistió en que la variante propuesta es una solución temporal que podría no garantizar el flujo vehicular las 24 horas. “Más allá de si esta variante logre resistir el tráfico pesado o no, es necesario insistir en que las inversiones del Gobierno Nacional sobre el corredor no dan espera. A la fecha, no hemos tenido respuesta”, afirmó Rey. Reiteró la urgencia de realizar obras de conducción de aguas en la montaña y definir un plan claro para estabilizar el terreno.
Amenaza a la competitividad y seguridad comunitaria
La inacción en la Vía al Llano no solo afecta el transporte, sino que representa una "amenaza a la competitividad del país". Rey fue contundente: “Que no nos vaya a pasar que la vía alterna no funcione y que no sepamos tampoco qué hacer del todo para mitigar el impacto de la remoción en masa. Este corredor no puede cerrarse cada vez que llueve. Es inaceptable que no exista aún un plan para enfrentar esta amenaza”. La Gobernación de Cundinamarca solicitará a la concesión y al Gobierno Nacional detallar las obras de contención y los protocolos para garantizar la seguridad de las comunidades.
Demanda de un plan definitivo y transparencia
El mandatario exige un plan de inversión urgente que aborde las causas raíz de la problemática, más allá de soluciones paliativas. La solicitud de precisión sobre las obras de contención y los protocolos de seguridad es vital para asegurar tanto la funcionalidad a largo plazo de la vía como la protección de quienes viven en el corredor. La transparencia y una estrategia clara son esenciales para mitigar el impacto socioeconómico de esta crucial arteria vial.
