La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca continúa consolidando sus esfuerzos en la promoción de alternativas sostenibles para el aprovechamiento del recurso hídrico. La estrategia, enmarcada dentro del programa Cosecha de Agua Comunitaria, se centra en educar a la población sobre prácticas ambientales responsables, a la vez que fomenta la adaptación al cambio climático. Recientemente se han distribuido los primeros 1.000 tanques de recolección de agua lluvia entre familias que habitan en varios municipios, lo que marca un hito importante en la política regional. Esta acción se alinea con los lineamientos planteados por la CAR para optimizar el uso del agua en condiciones de variabilidad climática.
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La operación, que abarca municipios ubicados tanto en Cundinamarca como en Boyacá, ha permitido que comunidades de zonas rurales y urbanas se beneficien de este sistema innovador. Entre los municipios que ya cuentan con estos kits se destacan:
• Vergara
• Pacho
• El Colegio
• Cogua
• Chocontá
• La Vega
• Nimaima
• Quebradanegra
• Útica
• Ráquira
• San Miguel de Sema
• Caldas
La proyección del programa incluye la extensión de esta entrega a nuevas localidades, entre las que se han mencionado Susa, Ubaté, Sopó, Guachetá, Guayabal de Síquima y Yacopí, lo que evidencia el compromiso de la CAR con el desarrollo regional y la equidad en el acceso a tecnologías de captación de agua.

En un marco de planificación ambiciosa, la CAR ha establecido una meta para el año 2025, que prevé la distribución de 14.000 sistemas de recolección de agua lluvia a lo largo de la jurisdicción regional. Este plan se implementará de manera gradual, respondiendo a la dinámica de asignación de cada alcaldía en los 104 municipios y la zona rural de Bogotá. Entre las estrategias logísticas y operativas se destacan:
• Coordinación con autoridades municipales para la identificación de hogares beneficiarios.
• Distribución secuencial en función de la disponibilidad de recursos y acuerdos interinstitucionales.
• Seguimiento y evaluación del impacto a través de la medición del aprovechamiento del recurso hídrico.
Estas directrices buscan fortalecer la capacidad adaptativa de las comunidades frente a los desafíos ambientales.
Los kits entregados están diseñados para captar, conducir y almacenar significativamente las aguas lluvias, elemento crucial en escenarios de alta precipitaciones. Cada sistema se compone de un tanque de almacenamiento con capacidad de entre 500 y 1.000 litros, acompañado de canales, empaques, un tubo bajante y demás accesorios necesarios para una instalación adecuada. La configuración del kit se ha pensado para posibilitar el uso del agua en actividades domésticas, agrícolas y pecuarias, contribuyendo a reducir la presión sobre las fuentes hídricas tradicionales.
La iniciativa no se limita únicamente a la entrega de equipamientos, pues acompaña un riguroso proceso de formación y capacitación ambiental dirigido a los beneficiarios. Este componente educativo forma parte integral del programa, cuyo objetivo es lograr una transformación en los hábitos cotidianos relacionados con el uso y cuidado del agua. Entre los aspectos abordados en los talleres se incluyen:
• Manejo eficiente y seguro del recurso hídrico.
• Prácticas sostenibles en labores agrícolas y domésticas.
• Concienciación respecto a la conservación y reutilización del agua de lluvia.
Esta estrategia educativa busca dotar a las comunidades de conocimientos que faciliten la adaptación a cambios climáticos y fortalezcan la resiliencia local.
Testimonios recibidos en algunas comunidades resaltan el impacto positivo de la acción. Habitantes de municipios beneficiados han manifestado su agradecimiento y satisfacción por contar con alternativas que contribuyen a la sostenibilidad en el manejo del agua, lo que refuerza la confianza en el programa. La CAR continúa recibiendo comentarios y sugerencias por parte de los usuarios, lo que posibilita ajustar los aspectos operativos y formativos del proyecto.
Autoridades locales han expresado que la implementación de sistemas de captación y el componente educativo se relacionan directamente con la capacidad de las familias para gestionar el recurso hídrico en condiciones adversas. En declaraciones oficiales, líderes municipales enfatizaron la importancia de contar con tecnologías que permitan aprovechar la abundante agua de lluvia, optimizando su uso en labores productivas y fomentando prácticas de conservación ambiental que beneficien a toda la comunidad.
El programa Cosecha de Agua Comunitaria se erige como una alternativa de solución integral, una acción orientada a potenciar la resiliencia de las comunidades frente a la variabilidad climática y asegurar el uso eficiente de los recursos. La metodología aplicada combina la entrega de equipos técnicos con el fortalecimiento de competencias a través de talleres y actividades formativas, lo que favorece el desarrollo de una cultura ambiental robusta y colaborativa.
La CAR hace un llamado a la participación activa de la ciudadanía, invitando a las comunidades tanto urbanas como rurales a sumarse a esta iniciativa que promueve el uso inteligente del agua. Asimismo, se reafirma el compromiso de la entidad en desplegar acciones que conjuguen tecnología y educación ambiental para seguir avanzando hacia sistemas resilientes y sostenibles en la región. La acción se enmarca en una estrategia mayor que, informa a la población acerca de los beneficios del aprovechamiento de recursos naturales como respuesta a las necesidades impuestas por el cambio climático actual.
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