El titerito mentiroso. Tendremos fracking antes de terminar el año. La avidez de las multinacionales doblega a Duque
Opinión
Por: Octavio Quintero
El Satélite
Envía: REDGES
Hoy tenemos a la OCDE como estrella de Belén que nos indica el camino del buen gobierno. Está presidida por un ganador exministro de Hacienda mexicano (1998-2000), Ángel Gurría, que sacó a su país de una crisis económica de 30 años, dejando, a su retiro, una tasa de crecimiento anual del 6,7%.
Este respetable dirigente global le dijo al presidente de Colombia, en su programa vespertino ‘Prevención y Acción’, que “esta es una oportunidad de repensar un nuevo sistema económico donde, en el centro del modelo, esté la equidad y la justicia. Tenemos que aprovechar la oportunidad para construir algo mejor".
Cuando se dice algo en cierta dirección, lo contrario también resulta cierto: si no es gallo es gallina. Es decir, Gurría está diciendo que el actual sistema económico neoliberal no tiene en el centro de su mira la equidad y la justicia, y hay que “repensarlo”: ¿Si lo dice la OCDE?...
¿Está Duque-Carrasquilla repesando el modelo? Es más: ¿Están dispuestos, y estarán concertando un nuevo modelo con los empresarios, con los trabajadores, con la clase política y con la sociedad civil, en pocas palabras?
Por lo visto no: ni siquiera la horrorosa pandemia los ha movido a darle más contenido social a los decretos de emergencia. Este es el momento en que, Colombia, pasa por ser uno de los más ortodoxos países del mundo en meterse la mano al PIB en busca de recursos para paliar la pandemia.
Acompañado del Banco de la República podría encontrarse, hechas las cuentas, que el 100 por ciento de las ‘ayudas’ económicas dictadas han beneficiado más a la banca, vía comisiones y tasas de interés, que a las mismas personas y empresas.
El Estado de bienestar ha regresado en Estados Unidos, la Unión Europea, el Reino Unido y a varios países latinoamericanos, entre ellos Chile, el precursor del modelo neoliberal (en la era Pinochet), y el primero también en repudiarlo en la recién iniciada era pandémica del siglo XXI.
Cuando el vocero de la OCDE propone poner en el centro de un nuevo sistema económico “la equidad y la justicia” habla, ¿quién lo duda?, de los servicios públicos, la salud, la educación, la seguridad social y el bienestar general de todos, no de unos pocos privilegiados que en 30 años de neoliberalismo han pasado a ser el exclusivo 1%. De aquí en adelante hay que apostarle al 99%.
Es lo que se está oyendo en todo el mundo, menos en Colombia; o sí, pero “de boca pa’fuera”. Un botón basta de muestra:
Con motivo del Día Mundial del medio ambiente (02 de junio) en el que Colombia estaba programada como sede de las jornadas mundiales conmemorativas, el presidente Duque se convirtió en personaje del día en el mundo.
Por eso recibió un mensaje del papa Francisco en el que le decía:
(…) “No es tiempo de seguir mirando hacia otro lado ante los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado por la avidez de ganancia, y en el nombre -muchas veces- del progreso”.
Y el Presidente, como respondiéndole al Papa, decía:
“Estamos en un momento de profundas reflexiones sobre la Naturaleza, el cambio climático; sobre cómo debemos comportarnos y cuál debe ser la ética de protección de las especies, los ecosistemas… Es cierto que el gran tema del momento es nuestra capacidad de cambiar las tendencias frente al cambio climático y el calentamiento global”.
Y, el 11 de junio, el presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Armando Zamora, anuncia que (…) “en octubre se adjudicaría la convocatoria de pilotos de fracking”.
El subalterno del Presidente nos anuncia que antes de terminar este año, el más diabólico y controvertido método de extraer hasta la última gota de petróleo de las entrañas de la tierra, será puesto en marcha en Colombia. Ahí sí, no hay pandemia que valga.
Fin de Folio: ¿Ustedes creen que hay coherencia entre lo que dice y lo que hace el presidente de Colombia? 
