Colapsó temprano este domingo (20 de agosto). Se trata del viaducto (puente) Los Grillos, entre Sogamoso (Boyacá) y Aguazul (Casanare) que hace parte de la transversal de Cusiana.
La avería total de la estructura ocurrió en medio de advertencias de transportadores, autoridades y habitantes de la zona. Por meses reportaron visible deterioro en la estructura, pero no hubo respuesta en el Ministerio de Transporte, Invías u otra entidad del Gobierno Nacional.
Ahora, tras la afectación de la Autopista al Llano luego de los derrumbes de hace tres días en Guyabetal como consecuencia del temblor del pasado jueves 17 de agosto, solo queda la ruta por el Sisga.
El paso elevado, de 262 metros, que demandó inversiones por el orden de los $17.268 millones. Construido y puesto en funcionamiento en el 2014, junto a otros dos pasos elevados, se constituyeron en una de las vías estratégicas, Por lo menos así fueron consideradas en su momento.
Alertas sin respuestas
Sobre un desenlace trágico de los sistemas de comunicación terrestre se venía hablando desde hace varios meses, incluso años. Numerosas voces, tanto oficiales (gobernadores y alcaldes) como gremiales y particulares, le habían hecho saber al Gobierno sobre “el deterioro evidente en la estructura del puente”. No hicieron caso.
Alertaron a Invías en cuanto al evidente “desplazamiento que se detectaba en el viaducto Los Grillos”, asunto que alimentaba temores de posible colapso como efectivamente ocurrió hoy.
Como causas de lo sucedido se mira hacia una inestabilidad geológica de la zona, aspecto que, pareciera, no fue tenido en cuenta por las firmas encargadas de las obras a la hora de diseñar y construir el viaducto.
Se sabe que, en algún momento, fue implementada “una pantalla de punta de diamante” con la cual querían contrarrestar el desplazamiento. No resultó suficiente.
Los daños pudieron ser mayores
En medio del desastre, los observadores destacan que, por fortuna, esta vez no se presentaron pérdidas de vidas humanas o vehículos afectados, a pesar de que el tramo es concurrido por los viajeros desde y hacia los Llanos Orientales por Boyacá.
Juego papel importante el hecho de que la vía Cusiana se encontraba cerrada debido a problemas previos en el puente sobre quebrada Negra. “Esta circunstancia evitó una posible tragedia mayor en un incidente que podría haber tenido consecuencias catastróficas”.
Lo sucedido complica más todos los frentes en el oriente colombiano. Tanto la actividad mercantil como los sectores agrícolas, ganaderos y el turismo continuarán desgastándose por lo sucedido.
Hoy, las pérdidas económicas de los empresarios llaneros suman miles de millones según las voces generadas tras los problemas viales y de movilidad entre el centro del país y la extensa llanura colombiana.
Reporte oficial
A su vez, el Ministerio de Transporte confirmó lo sucedido y anticipó medidas para contrarrestar los problemas. Poco después de conocido, Invías desplazó grupos de expertos para medir la proporción de los daños. También deberán proporcionar soluciones en el corto plazo según voceros oficiales.
Por su parte, el gobernador de Boyacá, Ramiro Barragán, se mostró “preocupado” por la crisis vial, y demandó una inversión definitiva y sustancial por parte del Gobierno central. Estima imperiosa una salida concreta para recuperar la conectividad entre las zonas afectadas cuya economía depende en gran medida del transporte.
Su mensaje permitió que algunos analistas dieran cuenta sobre la urgente necesidad de que el Gobierno Nacional adopte medidas preventivas, y “no espere” a que sucedan episodios graves para comenzar a buscar soluciones.
