Colombia no está sola: está con Trump que es peor. Lo mejor que Colombia puede y debe hacer es dejar que los venezolanos resuelvan su propio problema político. La migración es otra cosa: un problema humanitario que va por otros caminos.
Especial del Grupo GES
Fuentes: enlaces al final
El escenario de guerra entre Colombia y Venezuela se está pareciendo mucho al inicio de la guerra en Siria en el 2011: lo que empezó como manifestaciones en contra del régimen de Bashar al Assad (en nuestro ejemplo, Maduro), pasó a guerra trasnacional al apoyar Rusia al régimen establecido, y asumir posición EE.UU. a favor de los opositores.
En torno a estos dos tradicionales contradictores ideológicos, los países vecinos a Siria se fueron alinderado; como de hecho ocurre en nuestro patio: la derecha latinoamericana (y su centro) está con Colombia y la izquierda (y su centro), con Venezuela, acorde con las características ideológicas contrapuestas en uno y otro país suramericano.
Sin restarle trascendencia a lo serio del asunto, los prolegómenos bélicos colombo-venezolanos se parecen mucho a esas peleas entre jóvenes escolares, sin más ganas que de jalarse las mechas, pero confiando en su matón de al lado que les azuza: “tranquilo, dale duro, que yo te defiendo”.
Retornando a la seriedad, en el continente americano se está incubando un riesgo muy grande: dos países hermanos, hostigado el uno y secundado el otro por un soberano matón, se muestran prestos a convertir la “Patria grande de Bolívar” en un laboratorio de guerra mundial en donde, aparte de la lejana confrontación Inglaterra -Argentina sobre las Malvinas, nada más hemos tenido como experiencia bélica en este frente intercontinental.
El miércoles --03 de octubre--, coincidieron los noticieros de la noche en sendas noticias tan escalofriantes como el espanto que sale todas las noches en aquella esquina, aunque no haya salido nunca:
“En el momento de una agresión estaremos al lado de Colombia”, le manda decir Trump a Duque.
“El futuro de Venezuela deben decidirlo los venezolanos sin intervención extranjera”, le manda decir Putin a Trump.
Bueno, ese es el escenario que nos están proponiendo los presidentes Trump y Putin, auspiciado, irresponsablemente, por Duque, el presidente de Colombia que, a poco más de meses de gobierno, se viene destacando por “tirar la piedra y esconder la mano” … Y de Maduro, ni hablemos: un presidente con los problemas internos y externos que está confrontando en los actuales momentos, la internacionalización de una guerra le caería como anillo al dedo.
A manera de especulación, pudiera barruntarse el deseo de los venezolanos de ir a la guerra, al fin y al cabo, los chavistas tienen origen castrense con estatus político.
Y, por el lado de Colombia, los colombianos tenemos la falsa idea de que, si hemos soportado una guerra interna por más de 50 años, una más, qué importa… como si con los aviones-fantasma con que se “fumigan” células guerrilleras en el silencio de la noche, pudiéramos ganar una guerra en donde, lo menos que tiene Venezuela, revelado recientemente en TV, son 2.500 misiles tierra-aire, con un alcance horizontal de 6 km, y vertical de 3 km, operable cada uno por un solo francotirador.
En ese mismo programa, dirigido por José Vicente Rangel, se afirma, y es cierto, que una guerra entre Colombia y Venezuela, el escenario de la batalla será todo en Colombia y vaya uno a saber si en el fragor de esa lucha, las guerrillas colombianas, que todavía dicen defender al pueblo, apoyan al imperio; o si los narcotraficantes, con sus imperios políticos y económicos en Colombia, pero con patente de corso en Venezuela, apoyarían la causa colombiana.
Enlaces relacionados para mayor información:
Putin rechaza cerco económico contra Venezuela
“Estamos del lado de Colombia”: EE.UU.
¿Cuál es el motivo de la guerra en Siria?
*Imagen tomada de BBC NEWS
*Encuentre y reciba más información de Cundinamarca uniéndose al fan page: https://goo.gl/13uuPz
*Espacio publicitario 
