El pasado fin de semana, sobre la mañana del domingo se dio a conocer que varios hombres fuertemente armados llegaron hasta una finca en zona rural de Samaniego, Nariño, disparando de manera indiscriminada en contra de al menos 23 jóvenes que se encontraban en dicha residencia, dejando 8 fallecidos. Este hecho fue rechazado por la comunidad en general y reveló un duro presente en el país.
Una nueva masacre que aterrorizó al sur del país pero que conmocionó en general a todos los colombianos, generó un nuevo pronunciamiento de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Colombia, que además de rechazar este nuevo crimen múltiple, también reveló el número de muertes que se han presentado en el país en lo corrido de 2020.
Según los registros de este organismo internacional, en lo corrido del presente año se han documentado 33 masacres (a falta de siete por investigar), donde se pudo determinar que el 80% de dichos crímenes se perpetraron en zonas donde se ha determinado presencia de cultivos ilegales de cocaína.
Mientras que el 78% de estas masacres, según la ONU, fueron ejecutadas por miembros de grupos armados al margen de la ley, tales como el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC, el Clan del Golfo, entre otros.
Del mismo modo, esta oficina recordó que en lo corrido de una semana se presentó el homicidio de 16 jóvenes en el sur del país. Los más rimbombantes en estos últimos días, fueron el crimen contra cinco adolescentes en Llano Verde, Cali, y la más reciente masacre en Nariño.
Adicional a ello, las autoridades internacionales elevan su preocupación por el asesinato constante de líderes sociales, defensores de Derechos Humanos y excombatientes de la extinta guerrilla de las FARC. 
