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Continúa búsqueda de Valeria Afanador, niña desaparecida en Cajicá

por: Omar Gamboa

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*Búsqueda de Valeria, la niña con síndrome de Dow desaparecida en Cajicá, Cundinamarca, continúa en zona de árboles al norte del municipio. Bomberos y organismos de socorro mantienen rastreo del sector donde puede estar.

La menor, de 10 años, fue vista mientras ingresaba a un sector de árboles, un punto hacia donde fueron dirigidos los esfuerzos de los sistemas encargados de esta clase de emergencias.

El caso, registrado la mañana de este martes (12 de agosto 2025), fueron emprendidas las búsquedas en amplia zona y en inmediaciones del río Frio. Cámaras de seguridad la detectaron cuando ella caminaba hacia un sector de árboles por fuera de las mallas y alambradas de protección según algunas informaciones oficiales.

Temprano este miércoles, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, dio cuenta sobre las tareas de rastreo de la niña, un procedimiento en el cual intervienen Bomberos del departamento.

Búsqueda de Valeria, desaparecida en Cajicá

Las autoridades y organismos de socorro mantienen desplegado un amplio operativo para dar con el paradero de la menor quién padece síndrome de Down. Fue reportada como desaparecida el este martes 12 de agosto en la vereda Río Frío, zona rural de este municipio cundinamarqués.

Fue vista por última vez mientras ingresaba a una zona de arbustos cercana al citado afluente, colindante con el predio del Gimnasio Campestre Los Laureles, institución donde cursa sus estudios. Desde ese momento no se ha tenido noticia sobre su ubicación, circunstancia que activó trabajos de rastreo para ubicarla.

De acuerdo con el Cuerpo de Bomberos Oficiales de Cajicá, el el hecho lo recibieron hacia las 10 de la mañana. Las cámaras de seguridad del colegio registraron a Valeria caminando hacia la reja que limita con el sector boscoso y el río.

Las directivas del centro educativo explicaron que activaron de inmediato el protocolo interno de búsqueda. Los brigadistas escolares fueron los primeros en rastrear el área mientras se notificaba a los padres de la niña y se solicitaba el apoyo de las autoridades.

Operativo interinstitucional en marcha

La emergencia movilizó rápidamente a organismos de socorro locales y regionales. Bomberos de Cajicá, bajo la coordinación de la Delegación Departamental de Bomberos de Cundinamarca, recibieron apoyos de sus compañeros de Zipaquirá, Chocontá, Sopó y Tabio.

El capitán Álvaro Eduardo Farfán, delegado departamental de los socorristas en el este territorio, indicó que se han trazado anillos de búsqueda. Han revisado cada punto de acceso y verificando zonas de difícil visibilidad en las cercanías del río.

La Policía Nacional también se sumó al operativo, junto a habitantes de la vereda que voluntariamente participan en la búsqueda. “Cada minuto cuenta. Se han desplegado equipos por tierra, con perros especializados, y también se evalúa el uso de drones para sobrevolar áreas de difícil acceso”, señaló el oficial.

Por su parte, las autoridades locales formularon llamados a las comunidades a fin de que suministren información que permitan dar con el paradero de Valeria. Cualquier información puede ser suministrada a través de la línea 123 de la Policía Nacional o mediante los sistemas oficiales de emergencia.

Tanto el colegio como los organismos de búsqueda pidieron a las comunidades evitar la difusión de rumores o información no confirmada, para no entorpecer el trabajo de las autoridades ni generar confusión.

Casos similares en Cundinamarca y Bogotá

La desaparición de Valeria no es un hecho aislado en la región. En los últimos años se han registrado episodios que han activado amplios operativos de búsqueda en Cundinamarca y Bogotá, algunos con finales positivos y otros con desenlaces lamentables.

En Zipaquirá, hacia junio del 2023, un menor de 12 años desapareció tras salir de su vivienda en el barrio San Rafael. El operativo de búsqueda incluyó a la Defensa Civil y la Cruz Roja, encontrándose al menor horas después en casa de un amigo. El caso dejó en evidencia la importancia de actuar rápidamente para prevenir riesgos mayores.

A su vez, en Soacha, año 2022, una niña de 8 años fue reportada como desaparecida en el sector de Compartir. La comunidad se movilizó y se unió a la búsqueda junto a la Policía y el Gaula. Finalmente, la menor fue encontrada ilesa en una vivienda de un familiar, pero el caso llevó a reforzar campañas de prevención en colegios.

En Bogotá, en Usme, año 2019, se presentó otro episodio similar protagonizado por Nicolás, un niño de 9 años para entonces. La búsqueda se extendió por tres días con participación de bomberos, Policía y vecinos, hasta que fue hallado sin vida. Este hecho generó llamados a reforzar cercos y seguridad en zonas cercanas a ríos y quebradas.

Hace 4 años, en zona rural de Cota, Cundinamarca, un menor con discapacidad cognitiva se extravió mientras su familia realizaba labores agrícolas. El caso fue resuelto gracias a la rápida intervención de bomberos y voluntarios que lo encontraron a dos kilómetros del lugar, desorientado, pero en buen estado de salud.

Factores de riesgo en zonas rurales

Voces de expertos en seguridad escolar señalan que las instituciones educativas, ubicadas fuera de los perímetros urbanos, deben observar protocolos estrictos para frenar inconvenientes de estas características.  

Las recomendaciones sugieren cercar y señalizar los límites del plantel, mantener supervisión constante de estudiantes en recreos y cambios de clase. Además, proponen instalar cámaras con ángulos estratégicos en puntos de riesgo y proceder con la formalización de brigadistas escolares y personal docente en búsqueda y rescate.

En el caso de Valeria Afanador, el colegio contaba con cámaras de seguridad y protocolos, pero la facilidad de acceso a la zona de arbustos ha sido un punto clave en la investigación.

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