*Cundinamarca diseña plan para optimizar movilidad en vías del departamento. Serán invertidos $1.067 millones. La Gobernación fija “soluciones técnicas” encaminadas a materializar la propuesta.
Los anuncios fueron advertidos por la Administración Seccional al suministrar aspectos generales de la iniciativa cuya aplicación será ejecutada en 42 “puntos críticos” detectados por las autoridades del sector.
El plan fija como una de sus prioridades varias intervenciones ubicadas en territorio próximos o influenciados por complejos especiales como Centro Chía, Coliseo MedPlus y Glorieta Cabaña Alpina, entre otros.
La meta observa soluciones a corto, mediano y largo plazo, estrategias que serán aplicadas a lo largo de los 15 años siguientes. Ese aspecto fue anticipado por Juan David Heredia, gerente de Planeación e Infraestructura de la Secretaría de Movilidad Contemporánea.
Tránsito: plan especial en Cundinamarca
Se supo que el proyecto mira experiencias alcanzadas en diferentes puntos tanto de Colombia como de América Latina, cuyos inconvenientes fueron atendidos de manera efectiva. Tomó numerosos elementos que serán aplicados en el centro del país.
Con esos soportes, el Gobierno seccional anunció oficialmente el lanzamiento del “Plan Integral de Tránsito”. Se trata de una ambiciosa estrategia de movilidad que pretende resolver los principales cuellos de botella en la red vial departamental durante los próximos 15 años.
Liderado por la Secretaría de Movilidad y respaldado por un diagnóstico técnico, el plan prioriza intervenciones en 42 puntos críticos ubicados en corredores estratégicos como Centro Chía, Coliseo MedPlus y Glorieta Cabaña Alpina, entre otros. Contará con una inversión inicial de $1.067 millones.
Apunta a mejorar la fluidez vehicular, el fortalecimiento de la seguridad vial y el impulso a la calidad de vida de los habitantes del departamento. Para su desarrollo correrá por cuenta de la firma Cal y Mayor Colombia S.A.S, una organización que ya ejecutó proyectos de este tipo en diferentes puntos del país y esta parte del planeta.
Una hoja de ruta a 15 años

De acuerdo con Juan David Heredia, gerente de Planeación e Infraestructura de la SMC, este plan no se limita a intervenciones de infraestructura física. Integra componentes de control, gobernanza y gestión territorial. “El objetivo es implementar soluciones a corto, mediano y largo plazo, de manera que las mejoras no sean un parche temporal, sino una transformación estructural de la movilidad en el departamento”, afirmó.
La estrategia contempla un análisis técnico detallado para cada punto crítico, evaluando variables como el flujo vehicular en horas pico, la interacción con el transporte público, la seguridad de peatones y ciclistas, y la conectividad intermunicipal.
Diego Jiménez Vargas, secretario de Movilidad Contemporánea, entregó sus observaciones. “… detectar el problema fue el primer paso; ahora empieza la fase más importante: encontrar las soluciones. El Plan Integral de Tránsito brindará herramientas para que las autoridades municipales y departamentales puedan priorizar inversiones con base en evidencia, no en percepciones”.
El anuncio del Plan Integral de Tránsito mantiene argumentos bien fundamentados. Cundinamarca ha vivido en las últimas décadas episodios de congestión severa y problemas de seguridad vial que han afectado la movilidad regional y la economía local.
Uno de los casos más recordados ocurrió en 2019, cuando el ingreso a Bogotá por la Autopista Norte. En esa oportunidad, esa arteria quedó paralizada durante más de seis horas debido a un accidente múltiple y a la falta de rutas alternas viables. Así este episodio dejó pérdidas económicas estimadas en más de $2.500 millones afectando el transporte de carga, los desplazamientos laborales y el comercio local.
En Soacha, la falta de planeación vial provocó durante años congestiones monumentales en la Autopista Sur, especialmente antes de la entrada en operación de la fase II de TransMilenio en 2023. Según un estudio del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), los habitantes de esta zona llegaron a perder hasta 22 días al año atrapados en trancones. Pasó a ser un indicador preocupante.
La experiencia internacional también respalda este enfoque
En Medellín, el desarrollo del Plan Maestro de Movilidad Metropolitana 2006–2030 permitió priorizar obras y políticas de gestión de tráfico basadas en evidencia técnica. La estrategia redujo en un 25% los tiempos de desplazamiento en corredores estratégicos en menos de una década.
Por otro lado, Ciudad de México, una de las metrópolis más congestionadas del mundo, implementó en 2014 un plan de intervención focalizada en intersecciones críticas que logró mejorar la velocidad promedio del tránsito en un 18% en zonas intervenidas.
Estos casos evidencian que los planes de movilidad a largo plazo, cuando se aplican con seguimiento técnico y financiamiento sostenido, pueden generar beneficios tangibles y duraderos.
Los 42 puntos críticos: prioridad en la agenda
El diagnóstico de la Secretaría de Movilidad identificó que los 42 puntos críticos concentran los mayores conflictos viales del departamento. Entre ellos, se destacan:
-Centro Chía: Congestión recurrente por alto flujo de comercio y tránsito intermunicipal.
-Coliseo MedPlus (Zipaquirá): Punto de encuentro de rutas escolares, transporte público y tráfico pesado.
-Glorieta Cabaña Alpina (Sopó): Zona de alta afluencia turística con insuficiente capacidad vial en temporadas altas.
-Intersecciones de la vía Cajicá–Tabio: Falta de semaforización inteligente y demoras en cruces.
-Accesos a Mosquera y Funza: Saturación por el tránsito de carga pesada hacia Bogotá.
Cada uno de estos puntos será objeto de estudios de ingeniería de tráfico para determinar la intervención más adecuada. Con ello podrían ser determinadas propuestas complementarias en materia vial, rediseño de intersecciones y construcción de pasos a desnivel. También la implementación de sistemas inteligentes de transporte (ITS) o medidas de gestión de la demanda.
Inversión y financiamiento
La inversión inicial, $1.067 millones, corresponde a la fase de diagnóstico, planeación y formulación de propuestas. El financiamiento para la ejecución de las obras se definirá en los próximos meses; la intención es que contenga una combinación de recursos departamentales, municipales, aportes del Gobierno Nacional y alianzas público-privadas.
Este esquema de financiamiento mixto ha sido clave en proyectos exitosos como el Plan Vial del Valle de Aburrá en Antioquia, que logró apalancar inversiones por más de $3 billones a través de aportes de varios niveles de gobierno y del sector privado.
Impactos esperados
De acuerdo con estimaciones preliminares, la implementación total del Plan Integral de Tránsito podría:
-Reducir los tiempos de viaje en los corredores estratégicos entre un 20% y 30%.
-Disminuir los accidentes de tránsito en zonas críticas en un 15%.
-Mejorar la conectividad intermunicipal y el transporte de carga.
-Favorecer la movilidad de peatones y ciclistas mediante la integración de infraestructura segura.
-Impulsar la competitividad regional y el desarrollo económico local.
Retos y consideraciones
No obstante, el éxito del plan dependerá de factores clave como la continuidad administrativa, la coordinación entre municipios y la voluntad política para sostener las inversiones durante 15 años. Experiencias como la del Plan Vial de Villavicencio (2010–2025) muestran que la falta de seguimiento y cambios de prioridades en cada administración pueden frenar el avance de proyectos estratégicos.
Asimismo, expertos en movilidad advierten que las soluciones de infraestructura deben complementarse con políticas de transporte público eficiente y sostenible.
Por su parte, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey, señaló que este plan forma parte de una visión más amplia de desarrollo regional. “La movilidad es un factor determinante para la calidad de vida y la competitividad. Si logramos resolver estos puntos críticos, no solo mejoraremos el tránsito, sino que impulsaremos el turismo, el comercio y la inversión en nuestro departamento”, aseguró.
Con el inicio de los estudios técnicos a cargo de Cal y Mayor Colombia S.A.S, el Plan Integral de Tránsito entra en su primera fase.