La delegación de la Beneficencia de Cundinamarca tuvo una actuación memorable en la versión 41 de las Olimpiadas para personas con discapacidad, logrando obtener siete medallas en la exigente disciplina paralímpica de Boccia.
Los deportistas que alcanzaron este éxito son ocho adultos mayores, todos ellos usuarios del Centro de Bienestar San José de Facatativá. Las Olimpiadas se realizaron en el Coliseo CUR de Compensar y contaron con el apoyo de la Universidad Manuela Beltrán.
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Boccia, deporte de precisión e inclusión

La Boccia, disciplina en la que brillaron los cundinamarqueses, es un deporte paralímpico que demanda una alta precisión y una estrategia depurada. Está especialmente adaptado para personas que tienen discapacidades motoras severas, promoviendo activamente la inclusión y el desarrollo deportivo.
Los ocho usuarios del Centro San José, que pertenece a la Beneficencia de Cundinamarca, participaron con gran entusiasmo y disciplina en la competencia. El éxito de la delegación fue respaldado por el acompañamiento constante del equipo de auxiliares y del profesor Alberth Velásquez Linares, bajo cuya dirección los deportistas se destacaron por su técnica y compromiso, logrando múltiples podios.
Deporte como herramienta de bienestar y autoestima
Laura Fraile, gerente de la Beneficencia, enfatizó la importancia de la experiencia más allá de los resultados competitivos. Fraile destacó que la participación en las Olimpiadas permitió a los deportistas compartir con otros atletas, fortalecer su autoestima y confirmar que el deporte es una forma esencial de cuidado y bienestar para los adultos mayores.
Tras el evento, los deportistas regresaron a su Centro de Bienestar San José con las siete medallas y un importante reconocimiento, consolidándose como referentes dentro de las actividades de envejecimiento activo que promueve continuamente la entidad en Cundinamarca.