Colombia inicia una nueva etapa en sus relaciones internacionales al integrarse a la Ruta de la Seda, en el marco de una estrategia que busca ampliar y diversificar sus vínculos con actores clave del escenario global sin perder de vista el aporte de su larga relación con China. Esta decisión, impulsada por el presidente Gustavo Petro, coincide con su reciente nombramiento como presidente pro tempore de la Celac para el periodo 2025 - 2026, fortaleciendo una agenda estratégica de cooperación que abarca desde la Unión Europea hasta la Unión Africana, con el objetivo de fomentar el desarrollo regional y amplificar la proyección internacional del país.
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La adhesión a la Ruta de la Seda y la consolidación de la presencia de China en la agenda de Estado representan el esfuerzo de un gobierno que busca diversificar las fuentes de inversión y el flujo comercial, apostando por la apertura a nuevos mercados. En este nuevo escenario, Colombia se perfila como un actor dispuesto a aprovechar múltiples oportunidades en ámbitos tan variados como el agroalimentario, la tecnología asociada a la industria 4.0, el turismo y otros sectores que se pretenden dinamizar mediante la inversión y el intercambio comercial bilateral.

La importancia estratégica de China para Colombia se sustenta en una serie de indicadores macroeconómicos que demuestran la magnitud y el dinamismo del gigante asiático. China cuenta con un mercado interno de 1.409 millones de habitantes y posee una superficie que es nueve veces superior a la colombiana. Adicionalmente, con un Producto Interno Bruto (PIB) promedio de US$ 18.273 millones durante los últimos diez años y un ingreso per cápita de 12.597 dólares, el país asiático se posiciona como una economía de gran relevancia en el entorno global. Estas cifras se relacionan directamente con las aspiraciones del Gobierno colombiano de equilibrar la balanza comercial a través de un incremento en inversiones y exportaciones.
Entre los datos destacados que posicionan a China como socio estratégico, se encuentran los siguientes elementos clave:
• Población: 1.409 millones de habitantes.
• Superficie: nueve veces mayor que la de Colombia.
• Producto Interno Bruto: US$ 18.273 millones (promedio en la última década).
• Ingreso per cápita: 12.597 dólares.
Adicionalmente, datos del rubro de comercio internacional evidencian una activa participación de China en el intercambio de bienes y servicios, donde se destacan los siguientes montos registrados para el año 2023:
• Exportaciones de servicios: US$ 381.121 millones.
• Importaciones de servicios: US$ 551.995 millones.
• Exportaciones de bienes: US$ 3.380 millones.
• Importaciones de bienes: US$ 2.453 millones.
Estos datos ponen de manifiesto la robustez del mercado chino y el potencial que representa para las economías que logren consolidar acuerdos y estrategias de cooperación que incluyan un aumento en el flujo comercial.
Por su parte, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo ha realizado un análisis que destaca el intercambio comercial específico entre Colombia y China. En el año 2024, se observó que Colombia exportó al mercado chino el 4,8 % de su total exportado, cifra que representa un incremento frente a los 3,7 % registrados en 2022. En términos económicos, las ventas de Colombia a China ascendieron a US$ 2.377 millones, mientras que las importaciones desde el gigante asiático alcanzaron los US$ 15.936 millones, lo que derivó en un déficit comercial de aproximadamente US$ 13.559 millones.
La estructura comercial actual presenta una serie de elementos fundamentales que se pueden resumir en la siguiente lista:
• Productos exportados de Colombia a China:
- Teléfonos inteligentes.
- Equipos de cómputo y productos digitales.
- Circuitos electrónicos.
- Automóviles y motocicletas.
- Autopartes, neumáticos y aceites derivados del petróleo.
• Principales productos importados de Colombia basados en cifras de 2023:
- Aceites crudos de petróleo o mineral.
- Circuitos electrónicos integrados.
- Minerales de hierro y sus concentrados.
Esta diferenciación subraya el reto planteado para la administración actual en términos de balancear la balanza comercial, desafío que se centra en aumentar las exportaciones y reforzar las inversiones chinas en sectores estratégicos.
Dentro de esta perspectiva, las autoridades nacionales han señalado la importancia de modificar el actual escenario comercial. La diferencia de US$ 14 mil millones que marca el déficit comercial con China plantea la necesidad de impulsar dos acciones principales: el aumento de las inversiones chinas en el territorio colombiano y el refuerzo de las exportaciones de productos colombianos. En este sentido, Carmen Caballero, presidenta de ProColombia, destacó que la relación con China abre nuevas oportunidades para los empresarios en campos como:
• Agroalimentos.
• Industrias 4.0.
• Turismo.
Estas oportunidades se complementan con la intención de atraer una mayor inversión extranjera directa, la cual se ha valorizado en US$ 9.953 millones al cierre de 2024, de los cuales la participación de China ascendió a US$ 114 millones.
El intercambio en el ámbito turístico representa otra vertiente de interés en la cooperación bilateral. A modo de comparación, durante el cierre del año pasado, Colombia recibió 25.415 turistas chinos, mientras que el flujo inverso fue de solo 4.233 turistas colombianos en territorio chino. Este contraste evidencia la posibilidad de un incremento en la movilidad y en el intercambio cultural, lo cual se considera vital para ampliar la interacción entre ambos países y diversificar los canales de colaboración.
Por otra parte, las visitas de alto nivel efectuadas por el Gobierno del Cambio a la República Popular China durante los años 2023 y 2024 han contribuido a fortalecer el clima de confianza entre ambas naciones. Este entorno propicio ha permitido la reactivación de mecanismos de cooperación que habían estado congelados, tales como la reanudación de donaciones en especie, suspendidas desde 2019, y el incremento de becas para formación que se estima se duplicarán a partir de este año. Estas acciones se traducen en esfuerzos coordinados que buscan ampliar el espectro de la cooperación en áreas de formación académica y asistencia técnica.
La renovación del acercamiento con China se vislumbra a través de las negociaciones y compromisos que se esperan durante la visita actual del presidente Petro a territorio asiático. Con esta agenda, se plantea la posibilidad de ampliar pactos que fortalezcan tanto la inversión social y económica en Colombia como el reconocimiento internacional del país como un aliado constante y activo. Este proceso busca exhibir a Colombia como un socio confiable en la escena global, sin incurrir en apreciaciones o valoraciones sobre las implicaciones de largo alcance que pueda tener el reajuste de la balanza comercial.
En suma, la entrada de Colombia a la Ruta de la Seda y el concomitante fortalecimiento de los lazos diplomáticos y comerciales con China configuran una nueva fase en la política exterior del país, en la que la diversificación de socios estratégicos se coloca en el centro de la agenda gubernamental. La serie de mecanismos y estrategias planteadas demuestra la intención del Estado por ampliar horizontes comerciales y consolidar relaciones que, objetivamente, se traducirán en nuevas oportunidades de crecimiento y cooperación en distintos ámbitos económicos, sociales y culturales.
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