En una operación conjunta que integra esfuerzos de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), el Grupo de Caballería Mediano #13 Tequendama del Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial Colombiana y la Policía Nacional, se han coordinado para detener actividades de extracción ilegal de carbón en el páramo Rabanal.

Protección ambiental en marcha: no más deterioro en áreas clave del país
La intervención se realizó con el apoyo especializado de la Unidad Integrada de Gobernabilidad Ambiental (UIGA) de la CAR, que ha desarrollado en lo corrido de 2025 más de 44 operativos de alto impacto en las zonas de su jurisdicción. De esta cantidad, 28 iniciativas se han orientado a controlar afectaciones en el recurso suelo, evidenciando la persistencia de actividades vinculadas a la minería ilegal en áreas sensibles y protegidas. En este operativo, las autoridades dejaron claro que, los operadores, no se cuenta con las autorizaciones ambientales necesarias para explotar un recurso en un ecosistema crítico.
Durante la inspección se constató el uso de equipos mecanizados en la extracción subterránea de carbón mineral. Entre los recursos identificados, se encuentran un malacate eléctrico destinado a movilizar vagonetas, generadores de alta capacidad y transformadores eléctricos, lo que denota un grado avanzado de intervención técnica.
Además, se registró la formación de un patio de madera que aloja aproximadamente 60 metros cúbicos de material, señalando una intervención considerable sobre el entorno natural. La medición de la infraestructura, con un socavón que alcanza una longitud de 500 metros y una pendiente de 62 grados, ilustra además el alcance de la afectación en el territorio.
En este sentido, algunos datos relevantes que se destacan del operativo son:
• Ubicación en vereda Gacheneca, Lenguazaque, en el páramo Rabanal.
• Uso de equipos mecanizados como malacate eléctrico y generadores de alta capacidad.
• Dimensiones críticas del socavón con 500 metros de longitud y pendiente de 62 grados.
• Existencia de 60 metros cúbicos de material acumulado en patio de madera.

Diversos estudios han señalado la importancia ecológica del páramo Rabanal, que se comparte con otras entidades y corporaciones ambientales. Este páramo es parte de un conjunto de seis complejos que la CAR tiene bajo su jurisdicción, los cuales incluyen: el Altiplano Cundiboyacense, el páramo de Cruz Verde-Sumapaz, el páramo de Guerrero, el páramo de Iguaque-Merchán, el páramo de Chingaza y el páramo Rabanal-Río Bogotá. Estos ecosistemas, reconocidos por su papel en la regulación hídrica y la conservación de la biodiversidad, son sujetos de intervenciones que buscan prevenir daños a largo plazo.
El paro de las actividades mineras en el páramo Rabanal se suma a una serie de esfuerzos coordinados que buscan contrarrestar la minería ilegal en territorios sensibles. Las medidas adoptadas responden a un contexto en el que los efectos ambientales adversos se han manifestado en las propiedades del suelo, la calidad del agua y la integridad del paisaje. En el operativo se constató también la alteración de la vegetación circundante, lo que refuerza la necesidad de mantener la vigilancia y aplicar sanciones conforme a la normativa.
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La acción conjunta entre CAR, la Fuerza Pública y organizaciones ambientales se enmarca en la implementación de protocolos diseñados para actuar de forma inmediata ante incidencias en áreas protegidas. Este tipo de intervenciones, que han sido recurrentes durante el año, se realizan en coordinación con investigaciones óptimas que permiten evaluar el grado de afectación en función del uso de maquinaria pesada y técnicas extractivas que exceden lo permitido. La operación en el páramo Rabanal se une a un historial de medidas preventivas y correctivas orientadas a mitigar el impacto de actividades ilegales.

La coordinación entre las entidades ha permitido emitir comunicaciones detalladas sobre la operación, proporcionando a la comunidad información objetiva sobre los pasos dados para proteger el patrimonio natural de Cundinamarca. La intervención en el páramo Rabanal se suma a una serie de acciones que buscan garantizar el cumplimiento de las regulaciones ambientales, sin emitir juicios de valor, y se enfoca exclusivamente en informar sobre los hechos recientes que afectan zonas protegidas de la región.