La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha dispuesto un conjunto de acciones inmediatas de apoyo y acompañamiento para la gestión del riesgo de desastres, dirigidas a los alcaldes municipales y organismos locales. Esta activación responde a la previsión de impactos debido a los fenómenos climáticos y al pronóstico de lluvias por encima de lo normal.
Apoyo técnico desplegado en 14 direcciones regionales
La directora general encargada de la CAR, Nidia Clemencia Riaño, impartió instrucciones precisas a los equipos técnicos de las 14 direcciones regionales en que está dividido el territorio de la Corporación. El objetivo es implementar de manera inmediata un conjunto de acciones de apoyo a los 104 alcaldes municipales que conforman su jurisdicción (98 de Cundinamarca, 6 de Boyacá) y la ruralidad de Bogotá.
Estas acciones se enmarcan en la prórroga de la situación de desastre nacional. Dicha situación, declarada originalmente mediante el Decreto 1372 de 2024 a causa de los fenómenos de variabilidad climática, fue prorrogada por el Gobierno Nacional a través del Decreto No. 1193 del 12 de noviembre de 2025.
Al amparo de esta declaratoria, la CAR ha dispuesto, entre otras medidas, la participación y presencia permanentes de sus directores regionales y equipos técnicos en todas las juntas, comités y órganos de coordinación donde la Corporación tenga asiento. La Directora (e) Riaño afirmó: "Ponemos a disposición de las autoridades nuestra capacidad y conocimiento técnico y por ello haremos presencia en todos los consejos, juntas, comités y demás órganos e instancias de coordinación en los cuales sea convocada la Corporación como organismo de apoyo”.
Alertas tempranas comunitarias y control urbanístico
La funcionaria extendió un llamado a las autoridades gubernamentales y municipales para que establezcan sistemas sencillos de alerta temprana con participación activa de la comunidad, facilitando la activación de respuestas frente a avalanchas, inundaciones, incendios o movimientos en masa.
Asimismo, la CAR promueve la implementación de campañas educativas con el fin de evitar la disposición de residuos sólidos (como escombros y basuras) en las periferias y cauces de quebradas, ríos y canales. También se insta a las oficinas de planeación municipal a ejercer vigilancia y control urbanístico estricto sobre las ocupaciones no formales en zonas de alto riesgo por remoción en masa, inundación o avenidas torrenciales.
Recomendaciones técnicas y un llamado a la corresponsabilidad
Entre las recomendaciones técnicas impartidas se incluye:
- Asegurar que las empresas de servicios públicos realicen mantenimiento adecuado de vías principales y caminos veredales, prestando especial atención a la canalización y desagües de aguas.
- Realizar mantenimiento preventivo a los sistemas de recolección de aguas lluvias, bocatomas de acueductos veredales y alcantarillado.
- Reforzar los techos para soportar fuertes vientos y lluvias.
- Evitar el taponamiento o desviación de desagües o caños.
Estas recomendaciones son aplicables tanto a zonas rurales como urbanas, dado que el IDEAM pronostica que las lluvias se prolongarán durante diciembre de 2025, y estarán por encima de lo normal en las regiones Andina, Pacífica, Insular y Caribe.
La directora Riaño enfatizó que la gestión del riesgo es una corresponsabilidad. “Es importante tener en cuenta que todos somos corresponsables de la gestión del riesgo y debemos actuar con precaución, solidaridad y autoprotección, acatando las disposiciones de las autoridades”, sentenció. Finalmente, se recuerda que, si bien la CAR ofrece apoyo técnico clave, sus funciones no se orientan a la ejecución directa de la gestión del riesgo local, siendo su papel complementario al que deben ejecutar las alcaldías y gobernaciones.







