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Buscan implementar sistema de bicicletas compartidas con Regiotram en Cundinamarca

por: Omar Gamboa

bicicletas-regiotram

*Bicicletas compartidas serán integradas a Regiotram en Cundinamarca. La posibilidad fue analizada dentro de la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental desarrollada en Bogotá.

El tema fue puesto en el centro del debate por la Secretaría de Movilidad Contemporánea Cundinamarca, punto que atrajo la atención de importante número de expertos de diferentes tendencias.

La iniciativa caló de tal forma que, sin mayores tropiezos, pasó a estudio de factibilidad con alta posibilidad de que sea implementada dentro del llamado Sistema de Bicicletas Compartidas al lado del Regiotram.

Expertos resaltaron que ese modelo se constituye en una herramienta clave para reducir emisiones y mejorar la calidad de vida. De mantenerse vigente, el proyecto podría ser incorporado a un nuevo modelo complementario de transporte en Cundinamarca.

Bicicletas y Regiotram en Cundinamarca

En realidad, la propuesta atrajo las miradas y atención de muy buena parte del auditorio interesado en asumir iniciativas que se traduzcan en beneficio para el medio ambiente.

La movilidad sostenible en Colombia, en realidad, se está gestando en busca de propuestas que integren el sistema de bicicletas compartidas al Regiotram de Occidente, en este caso.

En efecto, la iniciativa fue presentada y debatida durante la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental, realizada en Bogotá. Allí atrajo la atención de expertos nacionales e internacionales.

Se trata de un proyecto liderado por la Secretaría de Movilidad Contemporánea de Cundinamarca. Ya se encuentra en etapa de estudio de factibilidad y, de acuerdo con las autoridades, tiene altas probabilidades de convertirse en una realidad a partir del año 2026.

La apuesta combina la eficiencia del transporte férreo eléctrico con la flexibilidad de la bicicleta, uniendo dos modos de desplazamiento que responden a la necesidad de reducir emisiones contaminantes. Ofrecen alternativas más limpias y seguras.

Apuesta por la movilidad sostenible

La gerente de Estudios Sectoriales y de Servicios, Sandra Burgos, fue explícita en el panel. Le apunta a la movilidad eficiente, segura y sostenible, alternativa en las cuales la bicicleta y otros modos activos de transporte son claves para transformar la movilidad en la región.

“La bicicleta y otros modos activos son una apuesta real para transformar la movilidad. La corresponsabilidad entre Estado, sector privado y ciudadanía es fundamental para que el sistema sea sostenible y de alto impacto”, afirmó.

El estudio de factibilidad, realizado con apoyo de la firma consultora Steer Group, contempla el análisis de los viajes intermunicipales entre Bogotá y municipios de la Sabana Occidente. Tiene en cuenta el número de usuarios potenciales y los requerimientos técnicos y financieros que harían posible la operación del sistema.

Para ella, la visión es clara: ofrecer una opción segura, eficiente y económica para los usuarios que combinen bicicleta y tren en sus desplazamientos cotidianos.

Tren eléctrico y bicicletas: un modelo intermodal

El Regiotram de Occidente, actualmente en construcción, será el primer ferrocarril eléctrico de cercanías del país. Tendrá capacidad para movilizar a más de 120 mil pasajeros diarios entre Bogotá y municipios como Mosquera, Funza, Madrid y Facatativá. La incorporación de bicicletas compartidas como complemento busca garantizar una conectividad total: desde la estación del tren hasta el destino final de cada usuario.

Así, la propuesta plantea la instalación de bicicletarios seguros y estaciones de préstamo de éstos vehículos en puntos estratégicos de las estaciones del Regiotram. De esta manera, los pasajeros disponer de una bicicleta para recorrer la “última milla” de sus trayectos.

Esta integración permitiría reducir el uso del automóvil particular, disminuir la congestión y mejorar la calidad del aire en una de las zonas más densamente pobladas de Colombia.

Igual, El modelo que estudia Cundinamarca no es nuevo en el mundo. Numerosas ciudades han demostrado que la integración entre transporte masivo y bicicletas compartidas tiene un impacto positivo en la movilidad y en la calidad de vida de los ciudadanos.

Buen ejemplo se observa en París, Francia. El sistema Vélib’ Métropole es uno de los más grandes de Europa. Integrado con el metro y el tren suburbano, ha permitido que miles de ciudadanos usen la bicicleta como complemento de sus viajes diarios.

En Nueva York, Estados Unidos, el programa Citi Bike se ha consolidado como parte esencial de la movilidad en Manhattan y Brooklyn, con estaciones en puntos cercanos a paradas de metro y autobús.

A su vez, la capital del reino Unido, Londres, posee el sistema Santander Cycles; con ello, la capital británica ha logrado combinar bicicleta y metro como parte de su política de movilidad limpia.

Más al oriente, en Shanghái, China, se observa uno de los ejemplos más vistosos del planeta. Allí, las bicicletas compartidas están disponibles en casi todas las estaciones de transporte público, reduciendo la dependencia del automóvil.

Más cerca de Colombia, en Santiago de Chile, ha sido implementado programas de bicicletas públicas como parte de su red de transporte, con resultados positivos en reducción de tiempos de viaje.

Estos casos muestran que la bicicleta compartida, lejos de ser un servicio accesorio, se convierte en una herramienta estructural para un sistema de movilidad sostenible.

Modelo de corresponsabilidad

Uno de los aspectos más destacados en el debate fue la necesidad de articulación institucional y participación ciudadana.

Representantes del Ministerio de Transporte, la Secretaría de Movilidad de Mosquera y la firma Steer Group coincidieron en que el éxito del sistema depende de la coordinación, Deberán trabajar coordinadamente entre las diferentes entidades y la apropiación de los ciudadanos.

La experiencia demuestra que, sin educación y cultura ciudadana, los sistemas de bicicletas compartidas enfrentan retos como el vandalismo, el mal uso o el abandono de equipos. Sin embargo, cuando existe compromiso, los beneficios se multiplican: menos contaminación, más actividad física y mayor eficiencia en los desplazamientos.

De acuerdo con la Secretaría de Movilidad Contemporánea, la implementación de ese sistema no solo busca mejorar el transporte. También promueve hábitos saludables y contribuye al bienestar de la población.

La integración con el Regiotram permitirá a miles de trabajadores, estudiantes y ciudadanos en general reducir tiempos de viaje, evitar trancones y optar por un transporte más limpio y económico. Además, la medida podría incentivar el desarrollo de infraestructura ciclista segura, como ciclovías y estacionamientos, fortaleciendo el ecosistema de la movilidad activa en la región.

El proyecto se inscribe dentro de las estrategias de movilidad sostenible impulsadas a nivel global. En el contexto de la crisis climática, los sistemas de transporte público y las alternativas limpias adquirieron rol fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU reconoce la importancia de promover sistemas de transporte seguros, asequibles y sostenibles como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En este marco, iniciativas como la de Cundinamarca refuerzan los compromisos internacionales de Colombia en materia ambiental.

El estudio en curso estima que el sistema de bicicletas compartidas podría entrar en operación en el año 2026, en paralelo con la puesta en marcha del Regiotram de Occidente.