Desplazada por la violencia triunfó en París vendiendo tamales. Luego de un largo recorrido por Venezuela y Brasil, fue en la capital francesa donde tras dormir 8 meses en las calles, junto a su hijo, emprendió su negocio gastronómico que enamoró a los parisinos.
Elvita Rivera y Luis Miguel con perseverancia e ingenio de emprendedores, salieron adelante en París. Ellos son víctimas del desplazamiento forzado, a causa del conflicto armado que desterró a muchas familias colombianas.
Lo único que esta cruda realidad no pudo arrebatarle a esta familia, fue su cultura, que pasa por una gran variedad gastronómica donde no pueden faltar los populares tamales.
“Elvita”, fue entrevistada en Noticias Caracol y allí la mujer comentó por qué tuvo que salir “corriendo” de Colombia con su hijo sin decirle a nadie. Cuando empezaron a amenazarlos en su pueblo, la familia que antes se componía por padre, madre e hijo, vieron que las cosas se ponían cada vez más difíciles.
Le recomendamos: Robó 230 millones de pesos y se ahorró el taxi después del asalto en BogotáComentó que “esposo fue desaparecido por la violencia en Colombia y que lo asesinaron, desde allí decidió salir del país sin decirle a ninguno de sus familiares, que según ella , estaban siendo amenazados igualmente.
También comenta que varias veces antes puso las denuncia ante las Autoridades pero que en ningún momento vio una respuesta o siquiera interés para que le ayudaran con su caso, reseñó Cable Noticias.
“Tuve que salir hacia Venezuela, antes de eso vendimos todo, no le quise informar a mi familia porque ellos también fueron maltratados por la Policía. El papá de mi hijo fue desaparecido y yo desplazada con mi hijo”, comentó Elvita.
Estando en Venezuela, pensó junto con su hijo en salir también de allí y después de estar en Brasil unos meses salieron a París. La mujer cuenta que el inicio fue muy duro, pues les tocó dormir durante meses en el aeropuerto y posteriormente en una carpa en uno de los parques de la ciudad, así pasaron 8 meses de su vida durmiendo en la calle.
Con el tiempo ambos decidieron hacer tamales, para mostrarle a la cultura de esta ciudad, el sabor colombiano en algo tan simbólico y característicos como los tamales. Ahora su negocio ha crecido y pretenden expandirse más pues muchos parisinos halagan la buena sazón de la señora Elvita quien no se victimizó luego de ser desplazada y salió adelante lejos de su tierra.
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