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Violenta toma indígenas a la sede de la Revista Semana en Bogotá

por: Omar Gamboa

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Grupos de nativos, quienes arribaron a la capital colombiana convocados y financiados por el Gobierno del presidente Gustavo Petro a fin de que participaran en las machas de este miércoles (27 de septiembre), protagonizaron hechos que pueden atentar contra la libertad de prensa.

El caso se presentó la mañana de este viernes (29 de septiembre) en el edificio donde opera el medio de comunicación, a quien la Casa de Nariño y la izquierda considera como uno de los granes críticos del Mandatario Nacional.

Los sucedido desató reacciones fuertes, y alertaron sobre lo que puede venir contra quienes “se atrevan a discrepar o criticar la posición y decisiones del Jefe de Estado.

El colectivo de atacantes, quienes portaban chalecos distintivos a la Guardia Indígena, unos, y de las Comunidades Indígenas, otros, destruyeron ventanales y amenazaron a los guardas de seguridad. Eso denunciaron voceros de la misma Revista Semana.

La agresiva toma del medio de comunicación

Según testigos cuyos testimonios fueron tomados por la prensa, se trató de "un grupo grande de indígenas", quienes “rompieron vidrios e ingresaron a la fuerza a la sede oficial del medio de comunicación”. Los comunicadores y empleados de la publicación vivieron “momentos de terror” e impotencia ante la agresiva incursión de los nativos.

Los responsables del edificio y de los propios periodistas no supieron, a ciencia cierta, “cuál era la verdadera intención” de los protagonistas de la violenta toma. Ante la arremetida de los vándalos, las directivas de Semana ordenaron impedir el uso de los ascensores, al igual que la salida de su personal.

Según indicaron más tarde, luego de que los indígenas se retiraran, el asunto pudo ser más dramático y peligros. Hechos de mayor envergadura se evitaron con las medidas adoptadas internamente, según trataron de explicar.

Por fortuna, de acuerdo a reportes de las autoridades capitalinas, la Policía reaccionó de manera rápida e impidió que el asunto pasara a mayores.

Inician investigaciones

Minutos después de conocerse lo sucedido, la Fiscalía General anunció el despliegue de sus funcionarios quienes se encargarán de las investigaciones correspondientes.

Buscarán establecer e identificar a los auspiciadores de la toma indígena a las instalaciones de Semana. Igual, se preguntan si este puede ser el preludio de nuevos hechos contra quienes se apartan del pensamiento del Jefe de Estado. Contra quienes lo discrepan. Temen que, hacia el futuro, otras organizaciones afines al Gobierno Nacional adopten actitudes similares.

Desde el exterior también se conocieron reacciones en contra de lo sucedido. Coincidieron en afirmar que se trata de una “clara amenaza a la libertad de prensa”. Ante esa circunstancia, organizaciones internacionales emprendieron llamados a fin de que las autoridades entreguen explicaciones. También le reclaman la adopción de medidas que impidan nuevos hechos de este tipo.

Lo delicado del asunto es que los indígenas viajaron desde sus territorios a Bogotá, convocados por el Gobierno para que marcharan a favor de las reformas que propone el Gobierno Petro. El costo del desplazamiento corrió por cuenta de dineros oficiales, es decir, con plata de los contribuyentes nacionales.

El hecho, o la toma indígena a las instalaciones de la Revista Semana, se extendió por casi una hora;  hasta cuando llegaron unidades de la Policía Nacional. Entre tanto, la Casa de Nariño siguió adelante con lo que llama "La Toma de Bogotá".