La Gobernación ordenó la creación inmediata de la Unidad de Búsqueda de Cazadores. Solicitó justicia frente a este crimen.
El pasado fin de semana fue localizado en Cabrera, Cundinamarca, el cadáver de un tigrillo lanudo (Leopardus tigrinus), que despiadados e inescrupulosos cazadores colgaron a un palo y exhibieron en plena vía pública.
El hecho prendió las alarmas de todas las autoridades ambientales del departamento, tras el conocimiento del suceso.
Tal fue la trascendencia que el gobernador, Nicolás García y el Comandante de la Policía, César Castro; ordenaron la creación inmediata de la unidad especial de búsqueda de cazadores, frente a la sospecha de un mayor número de sujetos que se dedican a esta actividad ilegal en la región.
Lo que se pretende es generar operativos especiales con el apoyo de la comunidad y organizaciones ambientalistas, para contrarrestar estas prácticas que atentan contra la fauna silvestre.
¿Por qué es tan importante?
De acuerdo con un pronunciamiento de la Corporación Autónoma Regional (CAR), es de vital importancia atender estas situaciones, toda vez que en esta zona boscosa, hay además presencia de otras especies animales como Osos Andinos, Pumas y otros felinos.
Ignorar hechos tan repudiables como la caza de estos animales, podría desencadenar una alteración significativa del ecosistema en este lugar.
Millonaria Recompensa
En ese sentido la CAR interpuso la denuncia penal ante la Fiscalía seccional de Fusagasugá e inicialmente ofreció dos millones de pesos para quien entregue información de “cazadores criminales”.
Por la magnitud y trascendencia del crimen la recompensa subió a 10 millones de pesos.
Fernando Sanabria, director general de la Corporación señaló “como autoridad ambiental invitamos a la comunidad a denunciar a quien haya cometido este vil crimen”, enfatizó. 
