VIDEO. La homicida, quien gozaba de casa por cárcel, había estado embarazada pero perdió su hijo en gestación. Entonces buscó la manera de ser mamá aún a costa de la vida de otra madre
El aterrador caso fue puesto al descubierto por la Policía luego del hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en un paraje de la vereda Chacua, vía Sibaté, el sábado 9 de abril.
De inmediato los uniformados emprendieron las investigaciones. Al evaluar las condiciones del cadáver observaron que éste presentaba múltiples hematomas, y “una herida con arma corto punzante que se extendía a lo largo de su vientre”.
Esa circunstancia permitió formular las primeras hipótesis. Una de ellas fue más tarde confirmada mediante análisis de Medicina Legal: la víctima había estado embarazada.
Dentro de las primeras tareas los investigadores recogieron algunos indicios. La escena del crimen fue minuciosamente inspeccionada. Hablaron con testigos y buscaron pistas a través de las cámaras de seguridad.
Las pesquisas
En uno de los materiales fílmicos observaron una mujer que se desplazaba “cerca al lugar con actitud sospechosa, llevando consigo un bebe de brazos”.
Sin pérdida de tiempo recorrieron los establecimientos médicos de la zona en busca de indicios que aclararan el crimen. Buscaban una mujer que hubiese ingresado “en compañía de un bebe recién nacido”.
La estrategia dio resultados. Días después recibieron llamada de uno de los centros de salud. Reportaron la presencia de una mujer con un bebé recién nacido. Ella dijo “que inició labores de parto pero no logró llegar a un hospital, por lo cual, su hijo nació en su casa”.
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Siguiendo los procedimientos, la supuesta madre y el bebé pasaron a las correspondientes valoraciones. Los galenos detectaron que la paciente “no presentaba la características física y carga hormonal de una mujer en estado de gestación reciente, por lo cual, llamaron a la Policía”.
La indagatoria
De inmediato los uniformados interrogaron a la supuesta mamá (alias Yamira), una joven de 23 años, quien se tornó nerviosa tras la llegada de los uniformados. Al ser indagada entregó versiones confusas y contradictorias.
Avanzando en las averiguaciones otros uniformados se entrevistaron con la familia de la presunta madre. Les dijeron “que ella estaba embarazada, pero de un momento a otro apareció con el neonato, afirmando que el nacimiento ocurrió de la nada, y por eso la llevaron al hospital”.
Los agentes también detectaron que la ahora indiciada guardaba las mismas características de la persona vista en los videos evaluados dentro del crimen.
Entonces la confrontaron. Ella cedió y confesó. Entregó detalles de todo lo sucedido antes, durante y después del asesinato. Le dijo a los uniformados que había estado embarazada pero tres meses después sufrió un aborto espontaneo.
Así fraguó el asesinato
Comentó que a partir de ese momento creó un plan “para ser madre”. Continuo fingiendo su gestación, mientras paralelamente se ganaba la confianza de una mujer embarazada a quien había encontrado en fatal coincidencia.
Era ella una habitante de calle quien, al parecer, “sufría de adicciones a sustancias estupefacientes”; se encontraba en la semana 37 de gestación. Así y con la ayuda de otras personas, según parece, la invitó a consumir alucinógenos hasta lograr “que perdiera el sentido para ejecutar el delito”.
Con la confesión en su poder la Policía materializó la captura. Al seguir los procedimientos ella aceptó los cargos tras lo cual fue cobijada con medida de aseguramiento en centro carcelario.
La acusada cuenta con antecedentes por asesinato al igual que por “tráfico, fabricación o porte de estupefacientes”. Al momento del crimen la indiciada se encontraba bajo medida domiciliaria por homicidio.
Ahora, Policía y Fiscalía andan tras el rastro de otras personas quienes habrían participado en el crimen. A su vez el Instituto Nacional de Bienestar Familiar asumió la custodia del recién nacido. El bebé se encuentra en buenas condiciones de salud.
