Puede resultar “más devastador”. Sería el cuarto repunte de contagios, de acuerdo a conclusiones de expertos que analizan el comportamiento del covid y sus mutaciones.
Las mismas conclusiones indican que el nivel de agresividad del brote depende, en gran medida, de los porcentajes de vacunados y el cumplimiento de las medidas de bioseguridad.
En la actualidad las estadísticas muestran avances importantes en las cifras de contagios y decesos, asunto que estaría llenando de perversa confianza a la población según los investigadores.
Ante ese panorama el ministro de Salud, Fernando Ruiz, advierte que los análisis “genómicos” hacen prever la posibilidad de un nuevo brote del covid (cuarto pico) “eventual y real”.
Otro diagnóstico, entregado por el director de infectología de la Clínica Marly y el Hospital La Samaritana de Bogotá, Carlos Eduardo Pérez, refuerza la teoría y va más allá: lo da como un hecho.
Los mutantes del covid
Por su parte la Organización Mundial de la Salud y sus voceros en Colombia advierten sobre lo mismo; indica que “hay una probabilidad real que está fundamentada en que aún existe un porcentaje importante de personas susceptibles de infectarse”.
Insiste en que el escenario podría verse complicado debido a la “presencia de variantes como la delta, que tiene mayor capacidad de transmisión y podría ser dominante en el país”.
Todos ellos, y otros científicos más, advierten que muy buena parte de las complicaciones se derivarían de las personas que no han querido vacunarse, asunto que facilita la circulación del virus y su mutación.
Ante ese panorama los efectos de las actuales vacunas podrían mermarse debido a nuevas condiciones del coronavirus, indica, en resumen, el ex ministro de Salud Gabriel Riveros.
La incertidumbre aumenta debido al misterio que rodea a la variante “Mu”, cuyos niveles de evolución y efectos en el hombre son desconocidos para la ciencia.
En resumen, los investigadores dan por hecho la presencia de un nuevo pico de la pandemia debido a múltiples factores que facilitan el tránsito del virus lo cual, sumado a la falta de vacunación de algunas personas, ambientan cambios impredecibles del patógeno.
Hay que sumarle la falta de observancia de los procedimientos de bioseguridad como las reuniones en sitios cerrados, los descuidos en el lavado de manos y otras prácticas con las cuales podría frenarse el avance de la enfermedad.
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