Por: Alejandro
La sentencia fue impartida por el Juzgado 15 Penal del Circuito de Conocimiento de Bogotá, que ordenó prisión de 37 años y 6 meses contra Carlos Alberto Carrillo Vargas como responsable del crimen mencionado. Maltrataba de forma brutal a su cónyuge a quién mantuvo amedrantada dese hacía varios años, pero ella, por temor a más golpes, se abstuvo de denunciarlo.
De acuerdo a los relatos presentados por la Fiscalía en los alegatos de acusación, en la noche del 22 de octubre del 2.012 vecinos de la casa en donde habitaba la pareja con dos de sus hijas, escucharon voces de auxilio y poco después observaron cómo Carrillo Vargas salía llevando de la mano a sus dos hijas con rumbo desconocido.
Poco después y ante los llamados de la ciudadanía acudió la Policía y más tarde el CTI a la habitación ubicada en la carrera 77 con calle 48, barrio Socorro de Bogotá. Encontraron a la desafortunada mujer de 30 años con heridas mortales y con pocos signos de vida.
Narran los vecinos e incluso familiares de la víctima que el despiadado hombre frecuentemente la golpeaba porque, disque, “no sabía cocinar”. Hacía lo mismo cuando su ella por algún motivo llegaba tarde o porque la veía hablando con cualquier persona.
“Se venía gestando en la mente del acusado la muerte de su esposa tras constantes amenazas y golpes en su rostro”, alegó el agente acusador ante los estrados judiciales en donde se cumplió el juicio contra el uxoricida.
También narró que en varias oportunidades trató de asfixiarla pero ella nuca se atrevió a presentar denuncia precisamente por el terror de que la siguiera maltratando o por las amenazas de que asesinaría a los padres de ésta.
El expediente advierte que los ataques comenzaron cuando la dama tenía 17 años y continuaron a lo largo de la terrible vida que llevó al lado de quién, sobre el papel, sería su esposo.
Carrillo Vargas tampoco podrá acercarse a sus hijas durante el mismo período de la condena según sentenció el Juez que llevó el caso.