El puente de Los Suspiros, en Tocaima (Cundinamarca) ha sido uno de los más afectados por la creciente del río Bogotá.
La infraestructura está a punto de colapsar y las autoridades ven con preocupación su derrumbe, ya que se trata de un patrimonio cultural del municipio y la primera estructura colgante del país.
Para mitigar el daño, se invertirán más $ 3.000 millones en trabajos de ajuste y recuperación, en busca evitar que el cauce del río siga afectando la infraestructura.
Desde tempranas horas de este martes (14 de junio) las maquinarias amarillas operan en las obras de rehabilitación del puente que ya ha dado sus primeros indicios de fragilidad.
Interviene la Gobernación de Cundinamarca
El gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, explicó que una sección del puente cedió debido a la fuerza del río Bogotá y que con los trabajos de rehabilitación evitan que se siga desmoronando.
“Aunque los niveles de agua ya han bajado, tenemos un riesgo precisamente por la fuerza con la que el río está golpeando el puente. Están aquí una retro de oruga de brazo largo, y la idea es comenzar a hacer un trabajo para que en ese sector el río, en lugar de golpear la estructura, pueda seguir derecho. De esa manera, podemos mitigar el riesgo en esta zona porque aquí tenemos la línea de gas y la línea de acueducto”, detalló García.
Emergencia en Tocancipá
La emergencia por las lluvias ha afectado a gran parte del departamento. En el caso de Tocancipá, el desbordamiento de una quebrada que nace del río Bogotá afectó recientemente a unas 64 familias.
Según reportes del Cuerpo de Bomberos, se inundaron 13 barrios correspondientes a cinco veredas de la zona. La planta de sacrificio animal también resultó gravemente afectada.
El material residual dentro de las aguas desbordadas afectó parte de la red del acueducto y del servicio de gas domiciliario. Por esa razón tanto las autoridades departamentales como municipales deben tomar medidas que ayuden a reactivar estos dos servicios.
