La amenaza de la ola invernal sigue creciendo y podría ocasionar delicadas emergencias. La Gobernación busca establecer herramientas para responder de manera eficiente las posibles eventualidades generadas por la temporada de lluvias.
El Estado de Emergencia fue adoptado en reunión extraordinaria de las últimas horas, sesión convocada por el Gobierno Departamental con el fin de evaluar los efectos del fenómeno natural.
La declaratoria de Calamidad Pública tuvo en cuenta los pronósticos del IDEAM, al igual que las afectaciones ocasionadas por las lluvias durante la actual temporada. Pesaron las observaciones de la CAR, las del ICCU y las de las Empresas Públicas del departamento.
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En la declaratoria también contó la advertencia sobre la continuidad de las precipitaciones, una condición anticipada por las autoridades meteorológicas nacionales.
Hasta el momento, la ola invernal ha ocasionado daños “en las personas, bienes, infraestructuras, medios de subsistencia, los servicios públicos y recursos ambientales”, El balance incluye desolador panorama en cuanto a pérdidas de vidas humanas, deterioro de estructuras y la devastación de cultivos y el sector productivo.
Argumentos legales
Según explicaron las autoridades departamentales, la figura responde a lo dispuesto por el Gobierno Petro mediante el Decreto 2113 de 2022 declarando “Situación de Desastre Nacional”. Estima que la amenaza persiste y que, por el contrario, “continúan de manera vehemente las afectaciones”.
A la sesión del Consejo Departamental de Gestión de Riesgo acudieron todos los organismos que, de alguna forma, tienen que ver con la atención de emergencias. También el Ejército, la CAR, Policía, Cruz Roja, Defensa Civil y otras entidades departamentales.
Medidas del Gobierno Nacional
En su declaratoria de este martes (1 de noviembre), el presidente Petro repasó las razones por la cual declaraba la Calamidad Pública anticipada el marte anterior. (Ver: Petro declara “Situación de Desastre Natural” en Colombia )
Dijo que la decisión tiene soporte en cinco aspectos, partiendo del hecho de que, la actual, es la temporada de lluvias más alta “de los últimos 40 años”. Además, las autoridades anticipan la posibilidad de que también haga presencia el fenómeno de la Niña (fuertes lluvias), situación que podrían desencadenar agresivas e intensas precipitaciones.
En cuentas del Jefe de Estado, a la fecha, el invierno ha golpeado 800 de los 1.123 *municipios (*clic) con que cuenta el país. Ese escenario también representa “una pérdida ostensible de cosechas que agrava la situación del precio de alimentos”. Se suma ello a problemas de origen internacional como la “inflación en dólares de los alimentos, por la caída del peso”.
