Con el fin de disminuir el riesgo de contagio, la alcaldía de Bogotá ordenó que la central mayorista opere sólo a un 35 % de su capacidad.
En días pasados se reunieron el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, la Gobernación de Cundinamarca y la Secretaría de Desarrollo, de la mano con las directivas de Corabastos, en la que decidieron implementar medidas sanitarias de alto alcance y fortalecer los protocolos de control que se han aplicado en las instalaciones de la central.
Esta decisión se adoptó con el propósito de evitar problemas de abastecimiento de alimentos en Bogotá, a raíz de la aparición de algunos casos de COVID-19 en una de las bodegas de la mayorista.
Según la cadena de emisoras W Radio en dicho encuentro que contó con la participación de la alcaldesa de la capital Claudia López, el ministro de Agricultura, Rodolfo Zea, el gerente de Corabastos y otras autoridades, se estudió el futuro de la central de abastos más importante del país.
Además, se conoció que en dicha reunión se evalúa la posibilidad del cierre de Corabastos, ya que las cifras que maneja el Distrito revelan que la mayorista se está convirtiendo en el mayor foco de contagio de coronavirus para la localidad de Kennedy y, del resto de la ciudad.
Las autoridades estarían definiendo los lineamientos de un plan de contingencia para abastecer las grandes superficies, supermercados y tiendas ante el posible cierre de Corabastos.
Sobre las condiciones del cierre sería con los siguientes lineamientos:
Por lo menos por tres días, se habilitarían horarios de carga y descarga directa para clientes en horario nocturno, no se realizarían domicilios, se buscaría abastecer a tenderos de manera directa,
Otro de los factores que se han tenido en cuenta en esta reunión, es el futuro de las ventas ambulantes en los alrededores de las bodegas, debido a que su retiro significaría una violación a sus derechos laborales.
Según el Ministerio de Agricultura, a Corabastos están ingresando diariamente entre 12.000 y 14.000 toneladas de alimentos durante la emergencia por la pandemia. Antes de ello, llegaban en promedio de 10.000 a 13.000.
Los alimentos provienen el 47% de Cundinamarca, el 17% de los Llanos Orientales, el 15% de Boyacá, 7% de Huila y Tolima y el 4% de Santander. 
