La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca ha ordenado la suspensión inmediata de un establecimiento de matadero no autorizado en la vereda Soagá, municipio de Ubaté, en un operativo que ha puesto de manifiesto incumplimientos en las normativas ambientales vigentes. Durante la visita técnica, se constató el vertimiento de aguas residuales no tratadas sobre una superficie aproximada de 1.800 m², situación que ha llamado la atención de las autoridades por su potencial impacto en el recurso suelo.
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El operativo fue ejecutado por un equipo técnico y jurídico asignado a la dirección regional para Ubaté. Los inspectores identificaron que el establecimiento carecía de los permisos ambientales requeridos para operar legalmente, lo que se sumó al incumplimiento relacionado con el manejo y tratamiento de aguas residuales generadas por el sacrificio de bovinos. Se observó que dichas aguas, al no pasar por un sistema adecuado de tratamiento, eran arrojadas directamente al suelo, lo que puede generar filtraciones de líquidos contaminantes.
Durante la revisión, los técnicos encontraron evidencias que respaldan la existencia de prácticas irregulares en el predio. Entre los hallazgos destacan:
• Presencia de sangre bovina y materia orgánica en descomposición en la zona de sacrificio.
• Concentración inusual de moscas y olores intensos característicos del manejo inadecuado de desechos.
• Ausencia de infraestructura para el tratamiento de aguas residuales.
• Procesos de canalización, cuarteo y desposte evidenciados en las instalaciones.
El equipo de la CAR también observó la existencia de cuatro reses adultas en proceso de canalización, lo que indica la continuidad de canales de distribución no autorizados. Además, se identificó la presencia de contenedores de 55 galones y canastillas plásticas que se utilizaban para el almacenamiento temporal de carne y vísceras, estimándose una producción de entre 8 y 10 reses sacrificadas semanalmente.
La acción de las autoridades se enmarca en un esfuerzo coordinado que involucra a la Subdirección de Vigilancia de Salud Pública de la Secretaría de Salud de Cundinamarca. Este trabajo conjunto busca fortalecer los mecanismos de control sobre actividades que puedan poner en riesgo tanto el ambiente como la salud pública. Los funcionarios reafirman la importancia del cumplimiento de las normativas y hacen un llamado para denunciar cualquier actividad irregular que pueda afectar el equilibrio ambiental.
Dentro de las diligencias se constató la carencia de un sistema de tratamiento de aguas, elemento indispensable para evitar la contaminación del terreno. Los técnicos de la CAR detallaron en el informe que el vertimiento directo de residuos en la tierra representa un riesgo relevante de filtración y contaminación del subsuelo, afectando potencialmente áreas de recurso hídrico y suelo agrícola.
Las autoridades han señalado que la inspección realizada es parte de una estrategia de vigilancia y prevención ante prácticas ambientales inadecuadas. La colaboración interinstitucional es clave para asegurar que operaciones como esta sean detectadas y sancionadas a tiempo, protegiendo así los recursos ambientales y la salud de la población.
Como parte de la respuesta institucional, se insta a la ciudadanía y a los actores del sector productivo a reportar cualquier indicio de actividad ilegal que pueda comprometer el entorno. Este llamado reiterado busca garantizar la participación comunitaria en la vigilancia ambiental y reforzar el cumplimiento estricto de las normas establecidas.
De esta manera, la intervención realizada en Ubaté subraya el compromiso de la CAR y sus aliados en la protección del ambiente, reafirmando su continua labor de monitoreo y sanción de prácticas que incumplen la legislación ambiental, sino enfocándose en la objetividad de los hechos constatados.
