En el pintoresco municipio de Tocancipá, cercano a la capital colombiana, la serenidad nocturna ha tomado un nuevo significado. Las calles, otrora escenario de la alegría infantil, ahora se sumen en una quietud impuesta por el reloj. A medida que las sombras del anochecer se profundizan, los menores se retiran del espacio público, un nuevo mandato los conduce a la seguridad de sus hogares. Esta transformación es el resultado de una decisión administrativa que busca contrarrestar la inseguridad que ha tocado las puertas del municipio.
En efecto, desde el arranque del año, Tocancipá se encuentra bajo un estricto toque de queda para los menores de 18 años, que restringe su circulación de 8 p.m. a 6 a.m. Esta medida, conocida entre los residentes como la "ley de Walfrando", en alusión a su promotor, el alcalde Walfrando Forero Bejarano, ha dejado las calles vacías de la risa juvenil una vez cae el sol.
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Esta disposición, que abarca el periodo hasta el 30 de abril, ha sido recibida con sentimientos encontrados entre la comunidad. Algunos como Johana Acosta, residente local, ven la medida como drástica, pero necesaria frente a las problemáticas de seguridad y de consumo de sustancias que afectan a otros municipios de la Sabana. No obstante, reconoce que la implementación puede resultar ardua para las autoridades encargadas de hacer cumplir la norma.
Las preocupaciones de seguridad en Tocancipá son reflejadas en cifras alarmantes. Durante el pasado año, se reportaron numerosos casos de lesiones personales a menores, delitos sexuales, violencia intrafamiliar y hurto, entre otros. De acuerdo con el Observatorio de Seguridad, estos incidentes se suman a un patrón creciente de delitos en la región.
La prohibición nocturna de salida para los menores tiene sus excepciones, delineadas en el Decreto 005: situaciones de emergencia médica o diligencias judiciales siempre bajo la compañía de un adulto responsable. No obstante, el incumplimiento de la directriz conlleva sanciones significativas para los padres o tutores, incluyendo multas de hasta 693.328 pesos, enmarcadas dentro del Código de la Infancia y Adolescencia y normativas nacionales de seguridad y convivencia.
Voces como la de Ruth León, madre y habitante de Tocancipá, se suman a la aprobación del toque de queda, señalando un cambio positivo en la atmósfera del municipio tras su implementación. Argumentan que esta medida protege a los jóvenes de influencias externas perjudiciales y de involucrarse en actividades peligrosas durante la noche.
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