Los habitantes del barrio Olivos, tercer sector, en la comuna tres de Soacha, han sido testigos del fin de una era de olvido estatal. Tras más de 40 años de vivir entre el polvo y el barro, la administración municipal liderada por el alcalde Julián Sánchez ‘Perico’ ha entregado la pavimentación de dos vías neurálgicas: la transversal 13A y la diagonal 42. Esta obra, que responde a una solicitud histórica de la comunidad, representa un cambio sustancial en la dignidad y la calidad de vida de cientos de familias que enfrentaban dificultades de movilidad persistentes.
La intervención contó con una inversión aproximada de mil millones de pesos, recursos destinados a transformar calles deterioradas en corredores viales adecuados para el tránsito seguro. El alcalde supervisó personalmente los avances, destacando que, a pesar de las limitaciones presupuestales de la ciudad, la prioridad es atender aquellos sectores que han esperado por décadas una solución definitiva.
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Mejoras en movilidad y seguridad vial
Con estas nuevas vías, se espera que el entorno urbano mejore, facilitando no solo el transporte vehicular sino también el acceso de servicios básicos y de emergencia al barrio.
Sin embargo, la transformación no termina con el asfalto. La administración anunció que, posterior a la pavimentación, se procederá con la instalación de señalización y luminarias adecuadas. Estas medidas son preventivas, ya que la mejora en la superficie de rodadura suele incrementar la velocidad de los vehículos, y es fundamental evitar accidentes de tránsito. La seguridad vial y la iluminación son componentes críticos para asegurar que la obra sea un beneficio integral y duradero para los residentes.
Parte de un plan progresivo para recuperar la malla vial
Este proyecto en el barrio Olivos III forma parte de un plan progresivo para recuperar la malla vial de Soacha, enfocándose en las zonas más críticas y olvidadas. La entrega de estas calles es vista por la comunidad no solo como una obra de infraestructura, sino como el cumplimiento de una promesa largamente aplazada, demostrando que la gestión municipal está enfocada en devolverle la movilidad y la esperanza a los sectores periféricos de la ciudad.
