*¿Secuestro express a concejal paisa? no ocurrió en Fusagasugá; sucedió en Silvania, Cundinamarca; los ladrones se llevaron $40 millones. Las víctimas fueron los empresarios de una constructora que opera en Rionegro, Antioquia.
El caso ya se encuentra en manos de la Fiscalía y del Gaula de la Policía de Soacha hasta donde acudieron los estafados para denunciar el caso; en realidad, se trata más de un falso servicio.
Sucedió el pasado viernes (22 de agosto 2025) mediante una trama bien elaborada; muy convincente. El protagonista, quien demostró ser un “muy buen actor”, se hizo pasar por oficial del Ejército Nacional. Con ese rol se ganó la confianza de los empresarios quienes viajaron desde su tierra hasta el sitio donde, les dijeron, iban a desarrollar una importante obra arquitectónica. De muchos millones.
La posibilidad de ganar una buena suma de dinero sedujo a los empresarios. Luego de varias conversaciones vía celular acordaron una cita en la turística “Tierra de Promisión”.
Secuestro express de Concejal no ocurrió en Fusagasugá

Algunas versiones de prensa indicaron, en principio, que el caso había ocurrido en la Ciudad Jardín. No fue así. La aclaración corrió por cuenta de la Alcaldía de este municipio.
En comunicado de este martes (26 de agosto 2025) explicó que el episodio había ocurrido fuera de su territorio; en la vecina Silvania, sector rural de San Luis Alto, una zona rural hacia el nororiente del municipio. Fuentes oficiales explican que sucedió, puntualmente, en inmediaciones de Puente Rojo.
Los primeros contactos fueron telefónicos; las líneas de afamada constructora en Rionegro (nos abstenemos de publicar su nombre) recibió una llamada. Al otro lado de la línea se presentó un hombre quien dijo ser oficial del Ejército Colombiano.
Su propósito era el de entablar los primeros contactos para ir armando la trama y ganarse la confianza de los empresarios; se comunicó el miércoles 13 de agosto último. Esa vez, al igual que en sucesivas comunicaciones habló de un proyecto de varios miles de millones y que, alguien, a quien no quiso identificar, los había recomendado.
Las siguientes comunicaciones pasaron a ser videollamadas. Siempre se presentó vestido con uniforme castrense, asunto que terminó por convencer a los constructores de que se trataba de un negocio serio. Horas después, una vez se dejaron convencer, acordaron reunirse.
Tomaron avión en el Aeropuerto de Rionegro, cerca de Medellín, hacia Bogotá. Ya en la Terminal aérea de El Dorado tomaron taxi expreso hasta Silvania.
Nueva posibilidad de llamativo negocio
Una vez en el terreno, en el lugar de la cita, son recibidos por el mismo “oficial” con quien habían conversado en numerosas ocasiones los últimos días. Es entonces cuando, en medio de palabras amables, apretones de mano y palmaditas en la espalda, se presenta una nueva e inesperada oportunidad de negocio; de negocio fácil y rápido; sin mayores esfuerzos.
El anfitrión les muestra un paquete de dólares los cuales, en desarrollo de los operativos militares, según dijo, los había logrado al descubrir una caleta con millonaria suma de dinero. Les dijo que necesitaba cambiar algunos dólares y que, en “razón a la confianza y el aprecio” que les había tomado, les iba a dar la oportunidad de ganarse una extra.
Así, ya convencidos de la seriedad de su interlocutor, decidieron entrar a mirar el nuevo negocio. Les pasó 3 billetes de 100 dólares para que en un banco cercano verificaran si eran legales. Siguieron negociando y acordaron que, en caso de confirmarse la fidelidad de los billetes, entonces, les daba “una ganga”.
Por $40 millones en efectivo les entregaba un fajo de dólares que, al cambio, podrían costar el doble. O un poco más. Acudieron a una sucursal de la institución financiera en el cual tenían su cuenta en Rionegro.
Comprobaron que, en efecto, los dólares eran legales. Entonces, como lo habían acordado, decidieron retira la suma pactada ($40 millones) para concretar la compra de la gruesa suma de moneda norteamericana.
Regresaron al punto de la cita pero, esta vez, fueron recibidos por cinco hombres. Estaban bien armados; los amenazaron y obligaron a entregarle el dinero; los $40 millones. Minutos después, en medio de gruesas palabras, golpes y duras amenazas, se macharon.
Ahí quedaron los empresarios paísas y, al lado de ellos, el concejal Cristian Norbey Ospina. Parece ser que el dirigente venía en calidad de turista o acopañante, lo cual quiere decir que no era el objetivo principal como lo insinuaron algunas versiones de prensa.
Minutos después, una vez superado el estrés provocado por lo sucedido, el grupo asaltado viajó a Soacha. Allí presentaron la denuncia; contaron todo lo sucedido, en detalle, tras lo cual, el Gaula de la Policía, dio paso a las investigaciones correspondiente.
El suceso se encuentra en manos de la Fiscalía. Por fuera de las autoridades no se sabe si ese caso corresponde a un fleteo, un secuestro, un falso servicio, a todos ellos u otra modalidad delictiva.
Llamado de las autoridades
Por su parte, el comandante de la Policía del Distrito Uno del Sumapaz, mayor Jairo Charri, formuló una serie de recomendaciones a fin de que la ciudadanía evite ser víctima de estafas o delitos con dinero.
Advirtió sobre los falsos servicios, las estafas, los mismos fleteos o negocios planteados a través de las redes sociales; vehículos, casas, fincas, diferentes propiedades u otros elementos en ganga. Este tipo de hechos, en su gran mayoría, son ofrecidos a través de las redes sociales, como en este caso.
Pidió reportar cualquier hecho sospechoso y suministrar información que permita tomar medidas que detengan el delito.
- Interesante: Captura a hombre y recuperan 2 vehículos en Sasaima