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Punto para Fajardo

por: Omar Gamboa

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Lo prohibido corrompe. Y la polarización nos tiene atrapados en un solo tono: blanco y/o negro. La ‘vox populi’ de las encuestas parece concederle razón a Sergio Fajardo que, por el camino del medio, cosecha una imagen positiva bien por encima, 24 PUNTOS, de los polarizados Uribe/Petro.   Opinión Por: Octavio Quintero Grupo GES Ahora en Colombia todo es blanco y/o negro. No hay matices. No hay más opción que el SÍ o el NO. El fallo de la Corte Constitucional sobre el consumo de licor y drogas ilícitas en espacios públicos es el último ejemplo al canto… En la argumentación, los uribistas, con el presidente Duque a la cabeza, se rasgan las vestiduras. Donde la Corte dice que se puede tender un tapete y almorzar al aire libre con la familia en un parque, y de sobremesa un pucho o una pola, sin que sea delito o contravención, gente como el alcalde de Medellín politiza la instrucción legítima en el concepto del libre desarrollo de la personal, y dice: “Me cuesta entender que el consumo de alcohol o drogas en espacio público se encuentre en la esencia de lo que consideramos libertad”. Pues, ese es un tipo de libertad que se ve en todo el mundo: papá – mamá – hija e hijo, en picnic al parque; a su lado, en la banca siguiente, unos novios en su cuento; más enseguida, unos amigos en su onda, y todos tan tranquilos, respetándose sus espacios. ¿Por qué aquí no podemos? Es cuestión de cultura ciudadana, que no se logra a punta de bolillo, sino de educación. Pero es que en eso hay que invertir, no solo plata sino ingenio. La comparación en el uso del Metro en Medellín con el Transmilenio en Bogotá, nos ahorra palabras. Lo prohibido induce corrupción Hace 51 años (en mayo del 68) nació, con el movimiento Hippie, el concepto mundial de prohibido prohibir que el nadaísmo expandió por toda Colombia. Pues, no hizo mella en la dura testa del establishment porque aquí, prohibir, prohibir y prohibir, es la contracultura nacional. Allá donde los problemas reclaman educación, salud, trabajo y deportes, como la expansión del consumo de drogas alucinógenas, nosotros prohibimos su uso y abuso infructuosamente. Pero eso sí, vamos a la vanguardia teórica del libre desarrollo de la personalidad. Tal vez, si los Diez Mandamientos no fueran tan categóricos, la humanidad no fuera tan proclive a matar, robar y mentir… “Que alguien tire la primera piedra”, dijo Jesús, y nadie la tiró. Si lo hubiera prohibido, todavía estaríamos lapidando a la impura. La solución al consumo irresponsable de alucinógenos está trazada, y algunos países ya son ejemplo. Pero aquí, acicateados por EE.UU., seguimos pensando que las aspersiones aéreas acabarán con la siempre de coca y, la extradición, con los narcotraficantes. En eso llevamos 40 años; miles de millones de dólares invertidos; miles de muertos y familias destruidas y “el rancho ardiendo”. “Si piensas cambiar no hagas siempre lo mismo”, dice Einstein. Pero si antes era difícil proponer cosas distintas en este campo, como la despenalización de toda la cadena, hoy dentro de esta polarización en que andamos, ni pensar… Fuente: El Satélite *Encuentre y reciba más información de Cundinamarca uniéndose al fan page:  https://goo.gl/13uuPz *Espacio publicitario