La Procuraduría General de la Nación ha impulsado una iniciativa para el desarrollo de una política pública orientada a la protección del arte urbano en la capital, en un evento que reunió a expertos y representantes de diferentes sectores. La propuesta surge en el marco de la primera mesa interinstitucional convocada por la entidad, en colaboración con funcionarios de la Secretaría Distrital de Cultura, Recreación y Deporte y del Instituto Distrital de las Artes (IDARTES).
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Durante la reunión, organizada en colaboración con el equipo de espacio público de la subdirección de gestión cultural y artística, se expuso la propuesta de actualizar la normativa vigente en materia de arte urbano. Este encuentro evidenció la inquietud por reconocer la expresión artística del grafiti como parte esencial de la identidad de Bogotá y de su patrimonio cultural.
Entre los asistentes se encontraban el subteniente de la Policía Nacional, Mauricio Niño Velasco, la representante de la Dirección Nacional de Derecho de Autor, Nathalie Granados, y el artista grafitero Rafael Núñez. Este variado grupo de participantes destacó la importancia de unificar criterios técnicos y jurídicos en la regulación del arte urbano.
La propuesta interinstitucional sostiene los siguientes puntos clave:
1. Reconocimiento del grafiti como manifestación artística y cultural.
2. Ordenamiento del espacio público basado en criterios técnicos adecuados.
3. Fortalecimiento de la protección legal a obras artísticas que han sido vulneradas.
4. Definición de un marco normativo que distinga la creatividad artística del vandalismo.
La iniciativa subraya la necesidad de que los entes territoriales implementen acciones coordinadas para garantizar la protección de los interesados en el arte urbano. Asimismo, se solicita que se reduzcan los procedimientos excesivos que dificultan la expresión cultural en las vías públicas.
El Ministerio Público también se ha manifestado a favor de establecer una normativa integral que recoja tanto aspectos artísticos como legales, permitiendo identificar las narrativas urbanas como obras de valor sin equívocos de criminalidad. La propuesta se enfoca en salvaguardar el derecho de autor de los creadores.
Cada uno de los sectores involucrados ha señalado la relevancia de articular estrategias que ordenen y valoricen la manifestación artística, promoviendo acciones que permitan un equilibrio entre el respeto al patrimonio cultural y el mantenimiento del orden en el espacio público.
Finalmente, la convocatoria al diálogo entre entidades y líderes del arte urbano ha marcado un paso importante en la búsqueda de soluciones jurídicas orientadas a la preservación de la cultura en Bogotá, abriendo la puerta a medidas que protejan tanto a los artistas como al patrimonio cultural de la ciudad en constante evolución.
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