*El Plan Departamental de Aguas por $1.9 billones, impulsado por el gobernador, Jorge Rey, fue aprobado en la Asamblea de Cundinamarca. Los dineros financiarán proyectos de acueducto y alcantarillado a lo largo de los próximo 20 años.
Con lo sucedido no solo se garantizar la atención inmediata de los requerimientos “urgentes” de las comunidades en municipio y veredas, sino que, también, permite programar obras hacia el futuro.
Las partidas serán apropiadas entre el departamento, que entregará la suma advertida ($1.9 billones), y los municipios, quienes girarán otros $620 mil millones.
El plan incluye severos trabajos encaminados a eliminar y controlar la contaminación de las fuentes hídricas, al igual que a ejecutar programas de reforestación y otros similares con el mismo propósito.
Plan Departamental de aguas en Cundinamarca
La operación recibió apoyo en la Asamblea departamental durante sus más recientes deliberaciones. Marcó punto importante en el propósito de atender uno de los frentes de mayor preocupación dentro de las autoridades y las mismas comunidades, según expertos.
El planteamiento, radicado por el gobernador Jorge Rey y aprobado por el Coadministrador seccional, tiene importantes alcances sociales, ambientales y en servicios públicos. Busca garantizar el acceso al agua potable, enfrentar los retos del cambio climático y consolidar al departamento como referente nacional en planificación hídrica de largo plazo.
De acuerdo al Plan Departamental de Aguas, deberán ejecutarse inversiones sin precedentes en infraestructura hídrica y saneamiento básico.
Con un horizonte de dos décadas, el esquema destina $1,9 billones provenientes del presupuesto departamental y $620 mil millones en cofinanciación municipal. Igual, mantiene posibilidades de tramitar recursos de la nación.
Su propósito es modernizar redes de acueducto y alcantarillado, reducir la contaminación de fuentes hídricas y promover programas de reforestación, asegurando un modelo sostenible de provisión y cuidado del recurso.
Una apuesta por el agua

Para el Ejecutivo territorial, este proyecto no solo responde a necesidades urgentes de las comunidades en municipios y veredas, sino que, también, sienta las bases para obras futuras.
“Este esfuerzo asegura el derecho al agua para las próximas generaciones y nos prepara para enfrentar juntos los desafíos del cambio climático. Agradezco a los diputados de la Asamblea de Cundinamarca que hicieron viable este esquema de esfuerzos compartidos para garantizar una mejor prestación de estos servicios”, señaló Rey Ángel.
También resaltó el papel del gerente de Empresas Públicas de Cundinamarca, Jorge Enrique Machuca, y de su equipo técnico y jurídico, conformado por Diego Cárdenas, Carolina Español y Germán Gómez, quienes acompañaron la estructuración del plan.
El nuevo PDA se diseñó bajo tres ejes principales. El primero de ellos tiene en cuenta la ampliación y modernización de redes de acueducto y alcantarillado. Incluye proyectos de cobertura en zonas rurales y urbanas. De la misma forma, observa reemplazos de infraestructura obsoleta para garantizar continuidad en el servicio.
Luego, en segundo objetivo, la iniciativa fija como tarea la protección y descontaminación de fuentes hídricas. Contempla el tratamiento de aguas residuales, programas de control de vertimientos y obras para reducir la presión de la contaminación sobre ríos y quebradas.
Un tercer punto precisa la ejecución de programas ambientales complementarios, reforestación en cuencas estratégicas, educación ambiental comunitaria y proyectos de adaptación al cambio climático.
Propuestas similares
La aprobación de este plan se suma a un historial de iniciativas de impacto en la región y en Colombia.
-Cundinamarca (2016-2019): durante el primer mandato de Jorge Rey se impulsaron proyectos de agua potable en zonas rurales dispersas, beneficiando a comunidades que, históricamente, carecían de redes formales.
-En Bogotá: la Empresa de Acueducto ejecutó planes de descontaminación del río Bogotá, con inversiones superiores a los $4 billones en plantas de tratamiento como Salitre y Canoas.
-Hace 3 años, en Boyacá, se aprobó un plan similar para modernizar 50 acueductos municipales con una inversión de $500 mil millones. A su vez, el Ministerio de Vivienda ha promovido el Programa Agua al Barrio, enfocado en garantizar cobertura en territorios de alta vulnerabilidad.
Impacto social y económico
El Plan Departamental de Aguas no solo busca garantizar ese servicio y su saneamiento, sino también generar empleo y dinamizar la economía local. Se estima que en su fase inicial se crearán miles de puestos de trabajo en obras civiles, ingeniería, consultoría y servicios ambientales.
Además, el esquema promueve la equidad territorial. Dará prioridad a municipios rurales y veredas que históricamente han enfrentado mayores dificultades de acceso al agua. Esto reducirá brechas sociales y mejorará la calidad de vida de miles de familias.
A pesar de la magnitud de los recursos, el éxito del plan dependerá de una adecuada ejecución. Expertos advierten sobre la necesidad de asegurar transparencia en la contratación y fortalecer las capacidades técnicas de los municipios para ejecutar proyectos.
Igual, debe mantener una estricta vigilancia ciudadana y veedurías comunitarias, coordinar esfuerzos con la Nación y con corporaciones autónomas regionales para evitar duplicidades.
Referente nacional
Con este paso, Cundinamarca se muestra como eventual modelo de planificación hídrica de largo plazo. La articulación entre departamento, municipios y Nación constituye un precedente que podría replicarse en otras regiones.
La experiencia acumulada en proyectos como la descontaminación del río Bogotá y la modernización de acueductos rurales servirá como soporte para el desarrollo del nuevo PDA. Éste busca no solo atender lo urgente, sino construir un horizonte de sostenibilidad para las próximas décadas.