En el marco de la actualización de las medidas de salud pública, se han intensificado las acciones en los territorios para enfrentar el brote de fiebre amarilla que afecta a diversas regiones del país. Las autoridades destacan la labor de los Equipos Básicos de Salud (EBS), quienes se encuentran en la primera línea de atención y prevención, extendiendo sus esfuerzos en zonas rurales y comunidades vulnerables.
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Desde una perspectiva estratégica, el presidente del país ha resaltado el papel crucial que desempeñan estos equipos en la detección temprana y mitigación de riesgos. Se ha evidenciado que, en departamentos como el Tolima, los EBS han asumido un rol protagónico para contener la propagación de la enfermedad. Esta acción se enmarca dentro de un plan de prevención que busca alcanzar a toda la población susceptible de contagio.

La estructura operativa de los Equipos Básicos de Salud integra a distintos profesionales, lo que refuerza la atención integral ofrecida en las zonas afectadas. Entre los miembros de estos equipos se encuentran:
• Profesional de medicina
• Enfermeras
• Promotores de salud
• Psicólogos
Esta composición multidisciplinaria permite evaluar, en forma proactiva, tanto el estado de salud individual como los factores ambientales que pueden influir en la aparición de la enfermedad.
La labor realizada por estos equipos abarca diversas actividades preventivas, entre las que se incluyen la medición de signos vitales y el análisis de riesgos ambientales, además de la promoción de hábitos alimenticios saludables. Se destaca que la atención no realiza distinciones basadas en la afiliación a esquemas de salud, lo cual permite que el enfoque esté centrado en la situación clínica y social de cada individuo. Esta intervención ha contribuido también en la detección temprana de otras condiciones que podrían agravarse con la falta de prevención, como el caso de pacientes con diabetes.
Dentro del contexto de la discusión sobre reformas en el sector salud, el actual gobierno ha enfatizado la necesidad de aprobar cambios que permitan ampliar la cobertura de atención primaria. Entre los objetivos establecidos se encuentra la implementación de 15.000 Equipos Básicos de Salud para garantizar la protección de la población en regiones apartadas. Los puntos fundamentales de esta propuesta son:
• Mayor cobertura en zonas rurales
• Atención preventiva y oportuna
• Inclusión de grupos vulnerables
Estas medidas buscan desligar el esquema de salud de principios meramente comerciales, orientándolo hacia un modelo preventivo y comunitario.
Asimismo, la administración ha señalado que el sistema actual muestra debilidades en la prevención, lo que ha derivado en consecuencias graves para la población, especialmente en el grupo de personas mayores. En este sentido, la falta de vacunación contra la fiebre amarilla ha incrementado el riesgo de contagio y complicaciones en la salud. Las autoridades resaltan que esta situación subraya la importancia de acciones preventivas coordinadas y el fortalecimiento de la atención en el primer nivel de salud.
Las cifras reportadas indican que, en determinadas regiones, aproximadamente 230.000 personas han recibido la vacuna contra la fiebre amarilla, lo cual es un indicativo de los esfuerzos desplegados en el terreno. Esta meta, alcanzada en zonas como el Tolima, forma parte de un conjunto de estrategias implementadas para disminuir la vulnerabilidad de la población ante futuras exposiciones a la enfermedad.
Otra información relevante presentada por el gobierno es la alerta referente a la falta de vacunación en grandes sectores de la población. Se ha manifestado que millones de ciudadanos se encuentran sin inmunización, lo que aumenta la probabilidad de complicaciones en caso de ser expuestos al mosquito transmisor de la enfermedad. Este factor ha posicionado a la prevención y la vacunación en el centro de la agenda de salud pública.
El despliegue de estas estrategias en el territorio se realiza en medio de un debate político sobre la reforma al sistema de salud, la cual busca priorizar acciones preventivas sobre modelos tradicionales orientados al lucro. Desde la administración se subraya que la prevención, a diferencia de otros servicios de salud, no puede ser considerada un negocio. La discusión en torno a este tema continúa, junto con los esfuerzos para cubrir a la población en los ámbitos donde la accesibilidad y la detección temprana son fundamentales para preservar la salud de los ciudadanos.
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