Una familia residente en Puerto Inírida encontró y rescató a una cachorra de ocelote en un canal de aguas lluvias en zona urbana, lo que dio inicio a una cadena de acciones coordinadas entre diferentes entidades ambientales. El ejemplar, de pocos meses de edad, fue inicialmente entregado a la Policía de Guainía, y posteriormente remitido a la Corporación Autónoma Regional (CAR) de Cundinamarca, la cual dispuso su traslado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre (CAV) en Tocaima. Este hecho ha resaltado la importancia del trabajo interinstitucional y la aplicación de rigurosos protocolos de seguridad para el manejo y rehabilitación de fauna silvestre.

Tras el hallazgo, se implementaron los protocolos pertinentes para garantizar el bienestar de la pequeña felina. Una vez recogida, la cachorra fue trasladada de forma segura desde la zona de rescate hasta el aeropuerto internacional El Dorado en Bogotá, donde personal veterinario de la CAR la recibió y realizó una valoración inicial. Este procedimiento incluyó revisiones de salud para confirmar que su estado general permitía continuar con el proceso de rehabilitación, asegurando que el animal contara con las condiciones óptimas para su posterior tratamiento en el centro especializado.
El traslado de la cachorra involucró una serie de medidas técnicas y logísticas que permitieron un manejo adecuado del ejemplar. Entre las acciones llevadas a cabo destacan:
• Cumplimiento de protocolos de seguridad para el manejo de fauna silvestre
• Monitoreo constante de los signos vitales durante el traslado
• Atención inmediata por parte de veterinarios especializados
• Coordinación entre autoridades de Guainía y Cundinamarca
Estas medidas aseguran que el proceso se haya realizado sin contratiempos y bajo las mejores condiciones posibles para la especie.
La intervención de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca ha evidenciado el compromiso de la entidad con la conservación de la fauna silvestre. En este contexto, la coordinación con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Norte y Oriente Amazónico (CDA) permitió utilizar la infraestructura adecuada para el cuidado del ejemplar, lo que se tradujo en el envío de la felina a instalaciones especializadas en Bogotá. Esta sinergia entre departamentos refuerza las estrategias de protección y rehabilitación de especies autóctonas en riesgo, contribuyendo a los esfuerzos de conservación regional.
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El proceso de traslado fue seguido de una valoración minuciosa en la sede de la CAR en Facatativá, donde se determinó que la cachorra presentaba un cuadro clínico favorable. Este paso fue crucial para aprobar su envío al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de Tocaima, en el que se pretende continuar con la rehabilitación y el crecimiento de la felina. Se espera que, a lo largo del proceso, se mantenga la conducta natural del animal, lo que facilitará su integración a su hábitat en caso de una eventual liberación.
La colaboración interinstitucional y el manejo correcto del ejemplar subrayan la importancia de los protocolos de seguridad establecidos por las autoridades ambientales de la región. La coordinación entre la CDA, la CAR y los organismos de control demuestra que es posible atender emergencias relacionadas con la fauna de manera efectiva. Este esfuerzo coordinado, que incluyó desde la intervención inicial hasta la rehabilitación en el centro especializado, se realizó siguiendo criterios técnicos y de protección medioambiental.

¿Qué es un ocelote?
El ocelote (Leopardus pardalis) es un felino silvestre de tamaño mediano, conocido por su hermoso pelaje manchado. Habita en bosques y selvas de América Latina y es un cazador solitario y nocturno, fundamental para el equilibrio ecológico al controlar poblaciones de pequeñas presas, puede trepar árboles con gran agilidad. Es mucho más grande que un gato doméstico, pero más pequeño que un jaguar y su nombre proviene del náhuatl ocelotl, que significa “tigre pequeño”.