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Diplomado en Narrativas Digitales: participan 53 creadores de Cundinamarca

por: Omar Gamboa

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*Diplomado en Narrativas Digitales para creadores de contenidos en Cundinamarca. La propuesta corresponde a una alianza de la Gobernación con la Universidad Sergio Arboleda.

Con la implementación del programa, el departamento pasó a ser pionero a nivel nacional en implementar una cátedra para “influenciadores en política pública”.

La convocatoria superó todas las expectativas trazadas por los organizadores del plan; inicialmente consideraron la participación de 30 alumnos, pero esa cifra, finalmente, subió a 53 inscritos.

Quiere decir que lo previsto en la Meta del Plan de Desarrollo departamental fue superado con creces; significa que esa profesión es hoy una de las más apetecidas en Cundinamarca.

Diplomado en Narrativas Digitales en Cundinamarca

La propuesta pedagógica tiene alcances importantes de acuerdo a la percepción de los entendidos en esa materia. Quiere decir que la materia tiene aceptación y futuro en el departamento.

Cundinamarca convierte la formación de influenciadores en política pública”, es el concepto más frecuente escuchados en diferentes escenarios donde el tema es analizado.

Significa que el inicio del Diplomado en Creación de Contenido y Narrativas Digitales, desarrollado en alianza con la Universidad Sergio Arboleda, el departamental transformó en política pública. Hasta hace pocos años era considerado únicamente una actividad espontánea y desestructurada en las redes sociales.

La estrategia, bautizada como Cundi Creators, dejó de ser un movimiento juvenil y se convirtió en una plataforma académica de alcance nacional. El programa busca que los influenciadores, hoy denominados “profesionales del futuro”, tengan la preparación técnica y conceptual suficiente para asumir el mundo digital con “rigor, visión y responsabilidad social”.

Meta superada

El lanzamiento del diplomado no solo generó expectativa sino que, también, superó las previsiones oficiales. La meta inicial, planteada en el Plan de Desarrollo Departamental con el nombre de Meta 157, consistía en vincular a 30 participantes.

Sin embargo, la acogida superó todas las expectativas: 53 jóvenes provenientes de 20 municipios se inscribieron y comenzaron las clases, alcanzando un 200 % de cumplimiento.

Este notable interés evidencia que la juventud ve en la creación de contenido un campo laboral emergente y un espacio para el desarrollo de habilidades que, hasta ahora, carecían de reconocimiento académico formal.

Así, el diplomado contempla 100 horas de formación divididas entre encuentros presenciales y clases virtuales. La estructura del plan académico responde a tres ejes fundamentales:

-Diseño y creatividad digital: manejo de herramientas para generar piezas visuales atractivas y profesionales.

-Comunicación asertiva: desarrollo de discursos claros y responsables que construyan comunidades digitales sólidas.

-Narrativas digitales: aprendizaje de estrategias narrativas capaces de conectar con audiencias diversas.

Este modelo mixto busca equilibrar el acceso a las tecnologías con la práctica constante, orientando a los estudiantes hacia un perfil profesional. Todo ello les permitirá monetizar sus proyectos, impulsar causas sociales o fortalecer la identidad de Cundinamarca en los entornos virtuales.

Visión institucional

Para el Gobierno Departamental, la apuesta va más allá de la capacitación técnica. Según Sebastián Díaz, director audiovisual de la administración seccional, el objetivo es reconocer a los creadores de contenido como actores fundamentales de la economía y la cultura contemporánea.

“Cundinamarca se convierte en el primer departamento del país en reconocer a los creadores de contenido como profesionales del futuro. Estamos apostando por convertir el talento digital en una herramienta de desarrollo y proyección internacional”, aseguró Díaz.

Con estas palabras, el funcionario resumió la visión estratégica del proyecto. Pasó a ser un semillero que fortalece la marca Cundinamarca y que posiciona a los jóvenes como protagonistas de la transformación social a través de la tecnología.

Cundi Creators: gestotra de proyectos digitales

El programa, coordinado por la Oficina Asesora de Prensa y Comunicaciones, no se limita a la formación académica. Cundi Creators también actúa como una incubadora de proyectos y un semillero de emprendimientos digitales.

Cada participante recibe acompañamiento personalizado para convertir sus ideas en oportunidades de negocio y, a la vez, generar comunidades virtuales responsables y sostenibles.

De esta manera, los creadores no solo se forman como influenciadores, sino también como emprendedores digitales con la capacidad de diversificar su impacto en las esferas económica, social y cultural.

El reconocimiento de los creadores de contenido como profesionales en formación académica representa un cambio de paradigma. Tradicionalmente, las profesiones han estado vinculadas a campos como la medicina, el derecho o la ingeniería. Sin embargo, en el siglo XXI, el auge de las redes sociales y las plataformas digitales ha transformado la manera en que las sociedades se comunican, consumen información y generan valor económico.

En este contexto, ser influenciador ya no significa únicamente “tener seguidores”. La profesión implica construir narrativas responsables, generar confianza, comunicar con ética y promover dinámicas de participación ciudadana. Tal como la fotografía, el periodismo digital o la publicidad se profesionalizaron en el pasado. Hoy la creación de contenido inicia su tránsito hacia el reconocimiento formal como profesión con impacto global.

Antecedentes y experiencias similares

El fenómeno no es exclusivo de Colombia. En países como México, varias universidades han incorporado diplomados en marketing digital e influencers. Igual, en España, instituciones privadas han diseñado programas especializados en branded content; y en Estados Unidos, la industria reconoce a los creadores digitales como actores centrales en la economía de la atención.

Sin embargo, la novedad en Cundinamarca radica en que este proceso fue adoptado como política pública. Significa que cuenta con respaldo institucional, recursos estatales y un lugar dentro de los planes de desarrollo del departamento.

En el contexto nacional, se pueden mencionar antecedentes cercanos como los programas de economía naranja promovidos por el Gobierno en años anteriores; o los talleres de comunicación digital impulsados por alcaldías en ciudades como Medellín y Bogotá. No obstante, la mayoría de estas iniciativas se centraron en emprendimientos creativos en general, y no específicamente en la profesionalización del creador de contenido como figura social y económica.

Impacto esperado

Los efectos de esta iniciativa pueden medirse en tres dimensiones:

-Económica: los creadores formados podrán desarrollar marcas personales y empresas digitales que contribuyan a la economía departamental y nacional.

-Cultural: al fortalecer narrativas digitales responsables, se consolidará la identidad cultural de Cundinamarca y se difundirá su potencial turístico, artístico y social.

-Social: los influenciadores formados tendrán las herramientas para promover campañas de educación, salud, inclusión y participación ciudadana.

La creación de contenido, más que un pasatiempo, se ha convertido en un motor de transformación social. Hoy, los influenciadores impactan en la política, en el consumo, en los hábitos culturales y en la educación. Convertir esa capacidad en un campo profesional implica dar a los jóvenes herramientas para ejercer con ética, creatividad y sostenibilidad.

Al igual que en décadas pasadas se reconoció la importancia del periodismo digital, la comunicación audiovisual y el diseño multimedia, abre la puerta para que la figura del creador de contenido se entienda como profesión del presente y del futuro.