El acceso al agua potable segura y de calidad en el vasto y diverso campo cundinamarqués está a punto de recibir un nuevo e importante impulso.
La Gobernación de Cundinamarca, en un esfuerzo conjunto y coordinado con Empresas Públicas de Cundinamarca (EPC), ha anunciado la apertura oficial de la segunda convocatoria del programa "Agua a la Vereda 3.0".
Esta iniciativa se ha consolidado como un referente nacional por su modelo innovador y eficaz de apoyo a los acueductos comunitarios rurales, buscando transformar la calidad de vida de sus habitantes y asegurar la sostenibilidad del recurso hídrico a largo plazo.
Innovación y control en la gestión de recursos
Esta nueva fase proyecta una inversión robusta y estratégica de $40.000 millones de pesos.
Con asignaciones individuales de hasta $100 millones por cada prestador de acueducto rural, se estima que la iniciativa permitirá impactar directamente a más de 180.000 habitantes en diversas zonas del departamento, mejorando sustancialmente sus condiciones de vida y salud.
La estrategia "Agua a la Vereda 3.0" introduce componentes innovadores y estrictos mecanismos de control y calidad, marcando una evolución significativa respecto a convocatorias anteriores.
A diferencia de etapas previas donde los recursos económicos se entregaban en efectivo directamente a los prestadores de servicio, ahora EPC asumirá directamente la provisión de materiales, insumos y accesorios especializados.
Esta medida busca garantizar un mayor control en la calidad de los suministros, optimizar la inversión y asegurar la correcta utilización de los recursos en la ejecución de los proyectos.
Sostenibilidad ambiental y acompañamiento técnico
Además, para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del recurso hídrico, un aspecto crucial en el contexto actual de cambio climático y escasez, se exigirá a todos los prestadores de acueducto la implementación obligatoria de planes de reforestación en las fuentes de agua.
Este componente ambiental es fundamental para proteger y restaurar los ecosistemas asociados al abastecimiento de agua, contribuyendo a la resiliencia hídrica del territorio.
Un equipo profesional de EPC también será el encargado de la supervisión técnica continua de cada proyecto, garantizando así la correcta ejecución de las obras, el cumplimiento de los estándares de calidad establecidos y la funcionalidad a largo plazo de los sistemas.
Fortalecimiento comunitario y balance histórico del programa
El programa no solo se enfoca en la mejora de la infraestructura física, sino que también integra un componente social crucial.
Este busca promover activamente la cultura de pago entre los usuarios, fomentar un fuerte sentido de pertenencia hacia los sistemas de acueducto y educar sobre el uso racional y eficiente del agua.
Estos aspectos son considerados fundamentales para fortalecer la gestión comunitaria de los sistemas rurales de acueducto y asegurar su operación y mantenimiento sostenible en el tiempo, empoderando a las propias comunidades en la administración de su recurso vital.
Desde su creación en 2017, "Agua a la Vereda" ha demostrado ser una estrategia sumamente exitosa, habiendo desarrollado siete convocatorias previas.
A lo largo de estas fases, se ha beneficiado a más de 436.000 habitantes rurales de Cundinamarca, con una inversión acumulada que asciende a $44.291 millones de pesos.
Con la introducción de la versión 3.0 y la integración de mecanismos avanzados de control ambiental y técnico, la estrategia no solo amplía su cobertura, sino que consolida su posición como el programa más importante de su tipo en el país, estableciendo un modelo a seguir para otras regiones que enfrentan desafíos similares en el acceso al agua potable en zonas rurales.
La segunda convocatoria de Agua a la Vereda 3.0 fue presentada por la Gobernación de Cundinamarca y Empresas Públicas de Cundinamarca (EPC).