La Gobernación de Cundinamarca ha dado un paso novedoso en su proceso de transformación energética, adoptando un enfoque integral que abarca desde la planeación hasta la apropiación comunitaria de los proyectos basados en energías renovables. Este modelo se consolida como una respuesta a la necesidad de garantizar sistemas energéticos eficientes y sostenibles en el departamento.
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La iniciativa, impulsada por Empresas Públicas de Cundinamarca (EPC), se centra en la implementación de soluciones basadas en Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER). La propuesta no se limita únicamente a la instalación de la infraestructura, sino que también contempla la operación, mantenimiento y gestión comunitaria de estos sistemas, asegurando una continuidad en su uso.

El plan, denominado Estrategia Institucional de Sostenibilidad, busca la creación de una hoja de ruta técnica y financiera para evitar que las tecnologías instaladas queden desatendidas. En este sentido, los municipios y las comunidades son invitados a asumir un rol activo como administradores y cuidadores de estos activos, promoviendo así el sentido de pertenencia y el compromiso con el medio ambiente.
La estrategia cuenta con el respaldo y colaboración de diversas entidades, entre las que se encuentran:
• Secretaría de Energías y Minería Sostenibles de Cundinamarca (SEMS)
• Ministerio de Minas y Energía
• Banco Mundial
• FENOGE
• FONENERGÍA
• Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas (IPSE)
El modelo de implementación está orientado a que las administraciones locales, cooperativas y organizaciones comunitarias se integren en las responsabilidades de operación y mantenimiento, siguiendo acuerdos establecidos. Este enfoque colaborativo incrementa las posibilidades de éxito y sostenibilidad de los proyectos a lo largo del tiempo.
La comunidad académica y las autoridades ambientales tienen un papel relevante en esta transformación. Por ejemplo, la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (UNAD) provee soporte técnico orientado a evaluar la viabilidad de estos sistemas en centros de salud, mientras que la CAR acompaña la ejecución de soluciones energéticas en infraestructuras vitales como plantas de tratamiento de agua potable y aguas residuales.
El plan instrumenta mecanismos para la gestión técnica y financiera, lo que incluye la elaboración de criterios operativos que aseguren la continuidad de las soluciones energéticas instaladas. Estas medidas pretenden prevenir la eventualidad de que los sistemas se abandonen o no se optimicen en función de las necesidades locales.
Dentro de los objetivos establecidos, se destacan la ampliación del acceso a fuentes limpias y la consolidación de una estrategia que promueva la autogestión de los recursos y la participación ciudadana en la administración del patrimonio energético. Este enfoque se enmarca en el compromiso del departamento por avanzar de forma sostenible y responsable en materia energética.
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