*Corrupción en la UNGRD: Luis Carlos Barreto enfrenta la posibilidad de pagar una condena cercana a los 5 años tras las rejas. Según la Fiscalía, el Exdirector de Conocimiento de la Unidad de Gestión de Riesgos de Desastres habría direccionado contratos que permitieron el desangre de millonarios recursos oficiales.
Reciente información sobre los avances del proceso en contra el Barreto Gantiva advierten que el acusado habría logrado un preacuerdo, paso mediante el cual se abre espacio a una definición liviana de su caso.
Según las acusaciones en su contra, el acusado habría facilitado el direccionando ilegal de contratos, una operación que permitió el desvío de dineros públicos hacia bolsillos particulares.
De acuerdo con reportes frescos desde la Fiscalía, el exfuncionario aceptó haber incurrido en delitos relacionados con peculado por apropiación agravado y soborno en la actuación penal.
Corrupción en UNGRD: L. C. Barreto acepta cargos
Por el este caso también es investigado César Manrique; la justicia colombiana lo emplazó para que responda por su posible compromiso en el mismo episodio. Manrique Soacha, exalcalde de Fusagasugá y exdirector del Departamento Administrativo de la Función Pública, es muy cercano a Barreto Gantiva.
En similares condiciones se encuentran otras personas presuntamente involucradas en el entramado de corrupción dentro de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
Aparecen, en la misma lista, Sneyder Pinilla, Olmedio López, Luis Eduardo López Rosero, Sandra Ortiz, Iván Name, Andrés Calle; Carlos Ramón González y el exministro de Hacienda Ricardo Bonilla.
Desarrollo del proceso legal

Hoy, en el centro del más reciente del capítulo se encuentra Luis Carlos Barreto Gantiva, exdirector de Conocimiento de la UNGRD. Tras su última presentación ante los estrados judiciales, el acusado enfrenta una condena que podría superar los 4 años y 9 meses de prisión, producto de un preacuerdo avalado por un juzgado de Bogotá.
La decisión judicial representa uno de los avances más significativos en medio de un proceso que destapó presuntas alianzas ilegales y otras maniobras que pueden sobrepasar la línea de la legalidad.
Toca espacios como el direccionamiento de millonarios contratos y maniobras orientadas a manipular testimonios dentro de una red de corrupción que ha golpeado la credibilidad de la UNGRD.
El escándalo de corrupción dentro de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres se hizo público a mediados de 2024. Se hicieron visible, entonces, las denuncias de presuntos direccionamientos de contratos y desvío de recursos públicos.
Con el paso de las semanas, las pesquisas de la Fiscalía comenzaron a revelar un esquema que habría operado desde la cúpula de la entidad con el fin de entregar contratos a empresas previamente seleccionadas. Desde luego, ello implicaba la entrega de beneficios económicos para varios funcionarios.
Aspectos puntuales
Uno de los hechos más escandalosos está relacionado con la orden de proveeduría para la adquisición de 40 carrotanques que debían transportar agua potable a comunidades indígenas de La Guajira.
Este era, y sigue siendo, uno de los departamentos más castigados por la desnutrición infantil, la pobreza estructural y la falta de acceso al agua. Lo que debía ser una acción humanitaria terminó convertido en una plataforma para el presunto enriquecimiento ilícito de varios altos funcionarios.
La Fiscalía encontró indicios suficientes de que funcionarios de nivel directivo habían orientado la contratación hacia empresas específicas. A cambio de ello, habría sido convenida la entrega de sobornos como contraprestación por el direccionamiento contractual y del favorecimiento irregular de proveedores.
El papel de Luis Carlos Barreto
Dentro de ese contexto, la figura de Barreto Gantiva emergió como una de las más comprometidas. Según la Fiscalía, el exfuncionario habría tenido un rol clave en la planeación, organización y direccionamiento del contrato relacionado con la adquisición de los 40 carrotanques mencionados.
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En concreto, los investigadores establecieron que éste funcionario habría acordado beneficios económicos a cambio de orientar la adjudicación a un contratista previamente seleccionado. Al inicio de las investigaciones negó los señalamientos.
Sin embargo, la presión del proceso penal, las pruebas en su contra y las declaraciones de otros implicados llevaron al exdirector de Conocimiento a aceptar la responsabilidad en los delitos. Los señalamientos en su contra consisten, presuntamente, en peculado por apropiación agravado y soborno en la actuación penal.
Como parte del preacuerdo, Barreto reconoció haber recibido dinero por su intervención irregular en la contratación. Reintegró $100 millones y garantizó la devolución de otros $50 millones, representados en un bien inmueble.
Sobornos para manipular declaraciones
Uno de los aspectos más delicados del expediente contra Barreto está relacionado con los presuntos intentos por manipular declaraciones dentro del proceso penal. Según la Fiscalía, el exdirector no solo habría participado en hechos de corrupción contractual sino que, además, habría buscado comprar el silencio de otros implicados para evitar ser señalado o vinculado formalmente.
El ente investigador estableció que, a través de un abogado, Barreto, aparentemente, ofreció $3.000 millones, o el 5% del valor de un contrato, a Sneyder Augusto Pinilla Álvarez, también investigado dentro del escándalo de la UNGRD.
Operación similar habría sido presentada a Olmedo de Jesús López. Le habría prometido millonaria suma para que se retractara de declaraciones que comprometían directamente a Barreto en la maniobra de direccionamiento de contratos.
Estos ofrecimientos, documentados en el proceso, fueron determinantes para que la Fiscalía configurara el delito de soborno en la actuación penal.







