En el 2024, nos enfrentamos al desafío de fomentar la economía circular y desarrollar estrategias para un uso adecuado de los materiales, especialmente los plásticos de un solo uso y la creatividad para dar una segunda vida a los materiales que empleamos en nuestra rutina diaria.
Es esencial implementar estas iniciativas desde el hogar, ejerciendo un liderazgo ejemplar para nuestros hijos, quienes desempeñan un papel crucial en la adopción de hábitos para la conservación del medio ambiente. Tanto el ámbito familiar como el académico es importante impartir estas prácticas, y es crucial la colaboración de la empresa privada para fortalecer estas acciones. Un ejemplo de estas acciones es la empresa Urbaser en el municipio de Soacha, que va más allá de la simple recolección de residuos al realizar un trabajo significativo en la promoción de la sostenibilidad en comunidades y colegios.
Eventos como la "Gran Reciclatón", que involucró a siete instituciones educativas y logró la recolección de casi una tonelada de materiales aprovechables, demuestran el impacto positivo de estas iniciativas. Actividades como el "Día del Niño" no solo distribuyen dulces, sino que también aprovechan la oportunidad para educar sobre prácticas eco-amigables, sensibilizando aproximadamente 3500 dulces a niños del municipio.
En el 2024, es crucial fomentar la conciencia en nuestra comunidad y establecer alianzas con colegios, ONGs, empresas privadas y otros actores para obtener un mayor conocimiento sobre cómo contribuir a la conservación del medio ambiente. Desde cada una de nuestras acciones, podemos promover espacios de cuidado en nuestro entorno.
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