En un operativo organizado en Bogotá, las autoridades judiciales enviaron a la cárcel a once presuntos integrantes del grupo delincuencial transnacional conocido como el ‘Tren de Aragua’. Los capturados estarían directamente vinculados con el lanzamiento de una granada ocurrido en febrero pasado en el barrio San Bernardo.
Según lo establecido en el proceso investigativo, este ataque, que generó pánico entre los residentes y comerciantes de la zona, habría sido una acción intimidatoria relacionada con disputas territoriales por el control del microtráfico. El hecho dejó daños materiales y varios heridos leves, aumentando la preocupación de las comunidades afectadas por la creciente presencia de estructuras criminales en sectores céntricos de la ciudad.
Durante los operativos realizados por unidades especializadas de la Policía Metropolitana de Bogotá en conjunto con la Fiscalía General de la Nación, también se logró establecer que esta organización se dedicaba a diversas actividades ilícitas, como el tráfico de estupefacientes, el porte y comercialización ilegal de armas, así como la extorsión a comerciantes formales e informales de zonas como San Bernardo, el Voto Nacional y Mártires.
Entre los detenidos figura alias ‘L’, identificado como uno de los presuntos cabecillas del ‘Tren de Aragua’ en la localidad de Los Mártires. De acuerdo con las autoridades, este sujeto tendría una amplia trayectoria delictiva y habría liderado acciones violentas para consolidar el control del grupo sobre ciertas rutas del narcotráfico urbano.
Operativos para enviarlos a la cárcel
El material probatorio recolectado incluyendo interceptaciones telefónicas, seguimientos e informes de inteligenciapermitió a un juez de control de garantías imponer medida de aseguramiento intramural contra los once implicados, quienes ahora enfrentarán procesos judiciales por los delitos de concierto para delinquir agravado, terrorismo, porte ilegal de armas de uso privativo y tráfico de estupefacientes, entre otros.
Las autoridades destacaron la cooperación ciudadana como un factor clave para avanzar en las investigaciones y aseguraron que continuarán fortaleciendo los operativos de inteligencia y control en las zonas más afectadas por la presencia de estas estructuras. Al mismo tiempo, hicieron un llamado a la comunidad para denunciar cualquier hecho sospechoso que permita prevenir nuevos ataques.
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El caso del barrio San Bernardo se suma a otros episodios recientes que evidencian la disputa entre grupos criminales por el control de economías ilegales en Bogotá, lo que ha llevado al fortalecimiento de estrategias interinstitucionales para contener esta amenaza y restablecer la seguridad en sectores críticos.
