La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ha realizado una inspección técnica en la laguna de Fúquene para asegurar el cumplimiento de cronogramas y compromisos en el marco del proyecto de recuperación del ecosistema. Bajo la dirección de Alfred Ignacio Ballesteros, el organismo ha convocado a los equipos técnicos y operativos involucrados para coordinar las acciones necesarias en la región de Ubaté, en preparación para el año 2025.
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Durante la inspección, representantes de organizaciones comunitarias de los municipios cercanos, como Guachetá y Fúquene, participaron activamente en la evaluación de los avances en la restauración del complejo de humedales Fúquene, Cucunubá y Palacio. Las tareas realizadas incluyen la limpieza y el mantenimiento de canales y vallados, esenciales para asegurar el flujo del agua en este ecosistema. Este entorno es vital, ya que es alimentado por los ríos Suta, Ubaté y Lenguazaque, desempeñando un papel crucial en la regulación hídrica y abastecimiento de agua para la cuenca del río Alto Suárez.
Históricamente, el complejo de humedales ha enfrentado presiones significativas debido a la desecación prolongada, así como a las actividades agrícolas y pecuarias intensivas, lo que ha reducido su capacidad de almacenamiento hasta un 70%. Esta situación no solo amenaza la biodiversidad local, sino también el suministro de agua para las comunidades que dependen de esta cuenca.
El director Ballesteros subrayó la colaboración comunitaria en las estrategias de restauración, destacando los planes de acción que se desarrollarán en los próximos tres años. Este proyecto de recuperación se integra dentro del programa de Gestión Integral del Recurso Hídrico, la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos, según el Plan de Acción Cuatrienal de la CAR.
Las acciones contemplan un enfoque integral que abarca la restauración de 1.706 hectáreas de bosque andino y la recuperación de 3.800 hectáreas de espejo de agua. Además, se están llevando a cabo trabajos para el retiro controlado de plantas acuáticas invasoras y se ha iniciado la instalación de estaciones de monitoreo ambiental para evaluar los progresos.
En paralelo, la CAR está impulsando un programa para el aprovechamiento de residuos orgánicos, destinado a la producción de abonos, y está ofreciendo apoyo técnico y financiero a los municipios de la región. Esto busca mejorar los sistemas de saneamiento básico, reduciendo así la contaminación sobre el ecosistema.
Además, la capacitación comunitaria juega un rol protagónico en esta iniciativa, promoviendo una cultura ambiental sostenible mediante técnicas agrosostenibles. La participación activa de la comunidad es esencial para el éxito de estos proyectos, reafirmando su papel en la protección y recuperación del medio ambiente.
El director Ballesteros concluyó que la CAR continuará trabajando con un enfoque integral en la recuperación del complejo lagunar. Las líneas de acción incluyen la implementación de compostaje, mejoramiento del saneamiento básico de los municipios aledaños, y el fomento de prácticas agrícolas y ganaderas sostenibles, con un fuerte énfasis en la participación comunitaria. Este compromiso reafirma la importancia de la laguna de Fúquene como prioridad regional en la agenda ambiental de Cundinamarca.
