Dos episodios de violencia armada ocurridos en Bogotá han generado inquietud entre los habitantes de las localidades de Puente Aranda y Fontibón, donde dos ataques, perpetrados en diferentes momentos y escenarios, han activado las alarmas de las autoridades y derivado en investigaciones en curso para esclarecer los hechos y determinar las causas subyacentes a estos casos.
En las primeras horas del miércoles 3 de septiembre de 2025, Daniel Emilio Quiroga, exmiembro retirado de la Policía Nacional de 67 años, fue víctima de un atentado a tiros en el barrio La Ponderosa, localizado en la zona suroccidental de la capital. Los registros oficiales señalan que, aproximadamente a las 5:45 de la mañana, Quiroga estaba saliendo de su residencia y abordando su automóvil negro cuando fue sorprendido por dos individuos a bordo de una motocicleta. Sin diálogo previo, los agresores dispararon en diversas ocasiones, impactando ambos costados del vehículo.
La Policía Metropolitana de Bogotá confirmó que el caso fue asumido por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación, cuyo personal emprendió de inmediato las tareas de inspección técnica y recolección de evidencias en el lugar del incidente. Según el informe oficial, pese a la rápida atención y traslado de Quiroga a un centro médico cercano, se confirmó su deceso a causa de las heridas.
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El teniente coronel Oscar Campaña, vocero de la Policía de Bogotá, realizó una declaración en la que enfatizó el trabajo coordinado que se despliega para recolectar elementos que permitan obtener claridad sobre lo sucedido. En el sitio, las autoridades hallaron seis cartuchos de arma de fuego y se determinó que tres de los proyectiles fueron dirigidos al cuerpo de la víctima, según fuentes citadas por medios locales.
Las hipótesis manejadas hasta el momento contemplan distintos posibles móviles del crimen. Mientras algunas versiones aportadas por residentes del sector sugieren la posibilidad de un ajuste de cuentas vinculado a un grupo delincuencial no identificado, otros reportes, obtenidos por cadenas informativas, exploran la opción de que se hubiera tratado de un intento de hurto. Las investigaciones continúan y no se descarta ninguna línea, a la espera del avance de los interrogatorios y análisis de la evidencia recopilada.
Pocos días antes, otro evento de gravedad se presentó en la localidad de Fontibón, cuando tres personas resultaron muertas tras un ataque armado en un parque reconocido de la zona. Los informes señalan que, el sábado 30 de agosto en horas de la noche, un sujeto descendió de un vehículo y accionó su arma de fuego contra un grupo de personas que se encontraba practicando actividades deportivas. En esta ocasión, una víctima falleció en el lugar, mientras que dos más sucumbieron posteriormente en un centro asistencial.

Entre quienes perdieron la vida se encuentra Diego Alejandro López Ortiz, joven de 26 años y estudiante de comercio internacional, quien era conocido por su participación en proyectos familiares y compromisos comunitarios. Junto a él, fueron identificados Yonir Antonio Baptista, de 22 años, y Ovanis Cordero, de 30 años. Tras el ataque, los presuntos responsables huyeron en un automóvil cuyo paradero aún es desconocido. Las familias de las víctimas han elevado peticiones para que los hechos sean esclarecidos y las autoridades han reiterado su compromiso con las pesquisas.
En relación con este triple homicidio, se maneja la hipótesis de un eventual ajuste de cuentas entre redes dedicadas al microtráfico, hecho que actualmente es evaluado por los organismos encargados, quienes analizan material recolectado y entrevistan a testigos del suceso. Adicionalmente, se han solicitado registros de cámaras de vigilancia y se revisan antecedentes de actividad delictiva en el sector para identificar con precisión a los posibles autores materiales e intelectuales del acto violento.
Ambos casos se inscriben en un contexto en que, entre enero y marzo del presente año, Bogotá ha registrado 281 homicidios, cifra que refleja un incremento del 15,6% en comparación con el mismo trimestre del año anterior, cuando se documentaron 243 muertes violentas. El reporte del programa de monitoreo “Bogotá Cómo Vamos” resalta un aumento de 38 casos adicionales en los primeros tres meses de 2025 respecto al mismo periodo de 2024, situación que ha llevado a las autoridades locales a intensificar acciones preventivas y de reacción.
Entre las medidas adoptadas a raíz de estos acontecimientos, la Policía Metropolitana de Bogotá ha reforzado los patrullajes en áreas priorizadas, incrementado los operativos de control y aumentado el número de efectivos en zonas catalogadas como de alto riesgo. Asimismo, las autoridades han hecho un llamado a la comunidad para que suministre información que pueda resultar clave en los procesos investigativos, habilitando canales confidenciales para recibir datos que puedan coadyuvar en la identificación de los responsables.
Los hechos recientes de Puente Aranda y Fontibón se suman a una cadena de incidentes violentos que han puesto a prueba los dispositivos de seguridad y la capacidad de respuesta de los equipos policiales y judiciales de la ciudad, en un contexto en que las cifras de criminalidad requieren de un análisis constante y estrategias adaptadas a las condiciones actuales.
Las investigaciones continúan bajo la coordinación entre diferentes organismos de seguridad y justicia, con el propósito de recolectar mayores elementos probatorios, examinar testimonios y analizar evidencias técnicas y forenses para avanzar en el esclarecimiento de los sucesos, mientras se mantiene activo el llamado a la ciudadanía para que colabore en el suministro de información relevante.
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