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Conservadores, liberales, de izquierda y los medias tintas

por: Omar Gamboa

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La diferencia entre los liberales, los conservadores y los de izquierda. Una de las frases más acuñadas en la actualidad es: “Los partidos políticos tradicionales tienden a desaparecer”; la expresión tiene asidero y fuerza de verdad, en la gran cantidad de partidos y movimientos políticos existentes y a los cuales se puede acceder muy fácilmente con el lleno de unos sencillos requisitos.   Opinión Por: Fusunga Situación muy diferente la que vivieron antaño nuestros abuelos, en los que se era liberal, conservador o de izquierda; no había cabida para casos intermedios o “medias tintas”. La familia, los pueblos o alguna experiencia social marcaba el camino y determinaba el “color” de una ideología política que difícilmente se podía cambiar; formaba parte de la esencia del individuo. Hoy es muy fácil dar nacimiento a un nuevo partido; un grupo de sabios se sienta, piensan y determinan la filosofía e ideología del nuevo partido, se acogen a los requerimientos legales y se formalizan oficialmente. Abren las puertas a esa “jauría de líderes” que con ansia buscan cobijarse al amparo del nuevo partido, desde donde se pueda dar la pelea en las contiendas electorales sin importar que en las siguientes elecciones se encuentre trabajando para otro partido. Desde ese punto de vista, si es cierta nuestra frase inspiradora: los partidos se acaban, solo quedan casas políticas. Sin embargo, existen, han existido y seguirán existiendo las tres corrientes políticas tradicionales con sus grandes o pequeñas diferencias, porque de alguna manera están ligados al carácter del ser humano; es el tipo de personalidad lo que determina finalmente la ideología política del individuo, por lo tanto, podemos afirmar con toda certeza que existen, al menos en nuestro medio, los liberales, los conservadores y los de izquierda o de oposición. El liberalismo propende por el individualismo y la libertad personal como algo inviolable por encima de los intereses colectivos. Valora especialmente la libertad de cultos, la sociedad abierta y el internacionalismo, es decir rechaza las restricciones comerciales. Son liderados principalmente por empresarios emprendedores y libre pensadores. El conservatismo por su parte, defiende a la familia como eje fundamental de la sociedad, el sostenimiento de las normas y tradiciones, la cultura, la religión y los valores colectivos. Propende por la defensa de la producción nacional sobre los tratados de libre comercio internacional. Son liderados especialmente por individuos de familias de arraigo y tradición en el país. Juntos defienden la democracia, la propiedad privada sobre la pública y el sistema socioeconómico capitalista sobre el socialista o comunista. Finalmente, los de izquierda que se identifican con las ideologías socialistas y comunistas, son la expresión de las ideas opuestas al gobierno, su principal tarea es la exigencia de beneficios para sus conciudadanos y su objetivo final sería el cambio de sistema de gobierno. Están liderados por dirigentes sindicalistas y líderes de grupos revolucionarios activos en la clandestinidad o acogidos legalmente por el sistema en los partidos oficiales de oposición. Nosotros, las personas del común, seguramente nos identificamos con alguna de las tres ideologías y actuamos en consecuencia. Pero cuando se trata de los personajes que viven de la política, el análisis es completamente distinto y para poder explicarlo acudo a un símil que alguna vez un observador muy sabio trajo a colación: “Si sentamos alrededor de una mesa a un grupo de políticos de todas las diferentes corrientes políticas y sobre esa mesa una moneda de $100… todas las diferencias ideológicas desaparecen… la moneda también”.