NOTA: los datos de esta columna son obtenidos de lo que han publicado diferentes medios de comunicación y no de los que deben aparecer en el proceso penal, por gozar de reserva.
*Importante: la imagen de la ilustración corresponde al abogado Santiago Cañón Beltrán, autor de este artículo.
Opinión
Por: Santiago Cañón Beltrán
En mi concepto como penalista puedo concluir, según los hechos publicados, que el médico que mató a sus atracadores actuó en “LEGITIMA DEFENSA”.
¿Por qué digo eso?, simplemente porque según como narran los hechos, ¿qué puede esperar una persona, cuando se ve atacada por tres individuos armados? Pues nada menos que su vida está siendo puesta en peligro de una muerte con alto grado de probabilidad.
El Código Penal Colombiano, en su artículo 32-6, dice lo siguiente:
“Artículo 32.- 6 -Ausencia de responsabilidad. Se obre por la necesidad de defender un derecho propio o ajeno contra injusta agresión actual o inminente, siempre que la defensa sea proporcionada a la agresión. Se presume la legítima defensa en quien rechaza al extraño que, indebidamente, intente penetrar o haya penetrado a su habitación o dependencias inmediatas.”
Veamos los requisitos
1.- Defensa de un derecho propio o ajeno. LA CONSTITUCIÓN COLOMBIANA Y LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS, coinciden en que la VIDA es un “DERECHO FUNDAMENTAL”, el más importante de todos, lo que significa que es lo que más cuidamos.
2.-Injusta agresión actual o inminente. Simplemente es que la agresión sea en el preciso momento que la vida sea puesta en peligro, no puede darse, si los delincuentes huyen por cualquier motivo y darles de baja.
3.-La defensa sea proporcionada a la agresión.
En mi concepto, los hechos en el caso del médico ocurrieron en circunstancias totalmente similares a las descritas, que el código establece como una de las que se les reconoce ausencia de responsabilidad.
Ahora bien, miremos los hechos según los videos. Se observa una persona bien vestida con un morral a cuestas, sobre un puente peatonal, atrás, vienen tres hombres que resultaron muertos, pero no quedó registro alguno del presunto atraco ni de la muerte de los presuntos atracadores, razón por la cual que no queda más que creerle al médico que según las noticias, se entregó con el arma y narró los hechos, según los cuales lo iban a atracar y él se defendió dándoles de baja. Se presume la buena fe de las declaraciones del médico, máxime que no hay testigos que lo contradigan.
Hay pruebas suficientes que evidencian que se trataba de atracadores, con armamento, idóneo para matar una persona, ya que los cadáveres lo tenían junto a ellos, con el agravante que los occisos contaban con antecedentes.
Sin embargo, casos se han visto en que el atracado ha resultado en la cárcel, por lo que recomiendo la columna “tras de ladrón bufón”.
Finalmente, informo a la sociedad colombiana, que el médico se encuentra en manos de un gran jurista de la región del Sumapaz-Cundinamarca del municipio de PASCA y con vínculos estrechos con la ciudad de FUSAGASUGÁ, como lo es HERNANDO BENAVIDES MORALES.
Por
SANTIAGO CAÑON BELTRAN
Ex fiscal ex procurador 
